]<■« ^íinros Palme rú:i y ílolla Imn átaca'Jo :í l.i dinastía?. -■" " ■ : — liesji'imliH'é con Uniulct: .¡Palalira-;, palabras y. palabras! Si ompozaso ú liabiar do Salmerón no af a baria. PeiM. en fin. ücjja usted ([ue Sal morón es tan ("invine-ente cuaiwlo quiere demostrar ¡a Iwndad do ias instituciones republicana?, que cada vez que abre la hora tiene la rara habilidad de retrnfar ]w un par de años al mciiOr. la piMclamaciñn de la líejiúbÜca. .En (;uanto á .Mella, esta pendienlo del aparato ioiolV'nico sendo patriótico do queso Mrvc D. Cárlus para comunicar á sus üocuacos sus poriúdicas instrucciimes; Ija^adass siemjire en la fórmula 'quiero v no puedo.» yarie;mdí$ Cheque fabuloso JW ía Xapoleón que t ve-, cosas se neco-itaban para la ííuerra: ili'tii'i'O, tintero y (!i>h'rn. ¿Qué diría si viviera ahora y viera iu que cuenta un soto cañonazo? El !' de este mes el Banco do Tii^laíorra lia entregado al representante del Japón en nombro del gobierno chino, el cheqno que representa el resto de la indoninización do •ínenn qno Chin» hubo de comprometer-» a payar en virtud del tratado de Simononosa- _ ki ipie j'uso tina la yuerra líllima en- j tre k'v dos imperio; de raía arnarilln. Este chpqw representa la suma enorme de más de ¡w miüonos de duro-s, suponiende que el duro valga cinco francos. Es el cheqw mayor que so ha pagodo en el mundo. N"o ha habido pedacho de pa]iel qué valiera iná«. El pan falsificado M. M. Labesso y Bloiinajd, pidfesores de la EiCiiela de medicina do Angers. p'.c-entai'íin el '2l> de Octubre do lííyT á la Academia de medicina' do París una 'relación diciendo que on una gran provisión do harina, analizada por ion rayos Jioentgen,- encontraron el 40 por 100 do materias minerales confceniéndo sobro todo sUiee y sales infolub!?* de cal. Estas son las "materias con quo se adult/ira '"il pan: la piedra do pedernal y de cal. Por oso esto pan formado de tales harinas' no que- 1 da minea bien amagado. El reloj do sorpresa ' V,:¡ una ve:ita piiblica ocurrida en Ali"ria. un neg'.ciaü'.e de; esla ciudad compró recientemente por ol ¡iiocio do vdnticÍTico marcos un reloj do sobremesa, de e-tilo IÁ roe torio, quo por negligencia do sus antiguos dueños estaba bastante deteriorado. Dn'h'i reloj fu» remitido para que fíf-e ilebidamente rejiarado, á un relojero el cuai, al Huipiarlo, tuvo la do- i lile ^inqu-psa de descubrir un rolio do ! ¡ivuedasde oro. escondido en su inte- ! rinr. i ■ir val -ir de má-; ile quiiiíento^ | ¡:w—>: y adejni- una inscripción gra- 1 bada '■n el zóf.il i .pie de'fa. 'lícm i ÍJi'-ht'írfursVüi J.'W. ^eividiiiet. flJc-j dk-ad'iá J. W. (loothe principo do los j Se ignora-: las can^a-í déla peregri- i naf;ó:> quo e>'.e precioso reloj hizo j ibrsde \Vr-ímar A Ai^mania del Nurto, | y la; contingencias que han concurrí- ; do á convertir el negocian K- do Aitona en heredero improvisto del autor do • Fausto.» qu^'baciii arpiellá parte 'se efoctiían hasta ^1 punto de desembocadura de! río do la Gaí; teira. j -■ lX En k parto ganada al mar on Garús so lian vertido ya por el elevador unos 40.000 metros oúbioos de fango. >, ' — Los propietarios de torrónos' quo os menester expropiar para constnih' las fortificaciones de Monto l'aro han hecho cesión gratuita de ellos— excepción bocha do. uno solo do los interesados— toiiiomlo on ciientíi la situación precaria por ' , Samyson . ■mtranqnilo.'rrCommdíxnto' ¿serán los barcos ospaílolos?. . . , —Es posible, mi, general. ;1, . Smipson j;mí«ííiíNo pudíondo presentar combato' ni ¿ki escuadra do Sanpsom ni á la do Scholoy, por la superioridad do ambas, claro ;o!>tá que su actitud ha do sor pnrámonto defensiva, poro dontro do olln, un marino do las condiciones del .coiuaudante general do la escuadra activa, sabrá sacar, y sacará soguramonto, ol mayor y mejor provecho posible. ' Sántiag.o'de Cuba rio es, bomo muchos stipoiion, una ratonera donde so ha metido nuestra escuadra. Santiago do Cuba os admirable baso do operaciones para nuestros barcos, los cuales lo mismo pueden pormanocer on su puerto al abrigo de todo ataque de las escuadras enemigas, como ¡meden sailirdeólpara hostilizar á los buques nortea rnorican os quo traten de bloquearles, como para cualquiera otra operación quo ol almirante Cervera estime oportuna y conveníonto. Y si esta oporación se presenta repentina-, monto y zarpa do súbito, claro está quo ol Oobiornó sabrá que Corvera ha salido de Santiago; poro no sabrá mas hasta quo lleve á cabo la operación quo so proponga realizar, on cuyo caso, sabiondo ol Gobierno que la escuadra no pstií on Santiago, y reservando la noticia do su salida, si dice quo no saho nada 'absolutnmonto de olla, dico la verdad. - Por lo. tanto, no hay paraquo impaciontarso, ni romporse los cascos, pensando si la escuadra está ó no está on Santiago, do Cuba. Basto con quo so los rompan .ol almirante Sampson y e! comoiloro, Schloy, quo es álos quo vordadoramonto interesa conocer la situación, do ;nuostra escuadra, la cual, dosde quo llegó á Santiago, después de realizar tan asombrosa marcha estratégica, es una pesadilla para ellos. . Ttmoiaos tante confianza en el almirante Cervera y cu los marinos, quo. mandan los cuatro cruceros espailoles, ytanta fé.en elvaloryla pericia dé todos, quo descansamos on la seguridad do que,- el día que so reciba on España una noticiado combato librado, ú operación do guorra realizada por olla, osa noticia ha do ser altaiuonto favora-, ble para nuestras ai nins.> * * * Los yankís en ridiculo Cortamos do El }m¡iardal: «Está visto quo para tomar ol cabello á los yankis uvi so reconocen ya fronteras, ni razas,ni pueblos. El mundo entero se; disputa ol placer do cortarlos ol polo á rape. En osto hay compotoncias y rivalidades. Los carituristas franceses, desdo Caran d'Acho hasta Guillomet y desdo Torain á Willotto emplean afanosos su lápiz para ridiculizar la codicia, la improvisada patriotoria, la podante y cursilisima hinchazón cío tondoro ouvauocido quo caractoríza á los yaukis guot roros. Nó los dojau atrás nloinaiios ó inglososj rusos, ó italianos. Hoy describo cierto ingenioso escritor francés, lá captura de un tranquilo bafiista do la Habana por un formidable acorazado yánl;i que' caza al torriblo nadador y lo lleva á Cayo-Hueso ostentando como triunfal bandera los calzoncillos del voncido. Luego os ol capricho humorístico do un cronista italiano que coloca on la rovomida calvicin do ,tíauipsou un moscón i'oprosou lando á España;, y ab cual no. puodo cazar el impaciento almiranto, por más quo manotea y chilla y gruño. El ,Correo Espaml do .Buenos Airos contribuye también n - la patriótica obra do no dejar un . caboílo en cabeza yahki. Según dico el simpático colega, ol o tro, dia tuvieron los vecinos do Cayo-Hueso ocasión do prosonciar on acción. uiu^ do los cuentos ospaftolos más conocidos. El erncoro NcwYork, yanki que andaba á la pesca do lo quo cayera, vió lin buque morcante con bandera o^paíióla,' se lanzó sobro él y le capturó. > La alegría de haber realizado tan estupenda hazaaa, y t4 yez un poco do eohixhj mas de lo aco^tntubrado. pu-ioroii un voló ante los ojos de la tripulación dol crucot'o: que penetró en C'nyo-Huoso diciendo á grito ¡iclado: —«¡El Alfonso Xtl!^ ¡Aqui traemos el «Alfonso XII!. Salieron las autoridades al puerto con bombo y platillo y pre^siniar-m al barco expresado si era S. M. D">ri Alfonso XII de B-irbón y Borbún, rey do España., et... etc. Pero cuando esperaban guzoio, la respuesta afirmativa, oyeron decir al interpelado humildemente: — ¿Yo, Alfonso XII? Xo, señores... Si apena ¡ mcilnmo Pedro! Y on efecto, Pedro os el nombre del buquecillo que álos señores yaaitis se les antojó el magnítico trasatlántico «Alfonso XII.» * * * España y Austria.-- opiniones de nn marino francés Telegrafían de Budapest: ^ La opinión piUilica en Hungría tiene la convicción de que, en el ca-io de quo España experimentara grandes reveses en la guerra y los Estados Unídos quisieran hacer una paz que atentara á la integridad territorial de España, ol emperador Francisco José tomaría la iniciativa en una acción ;dc las potencias para impedirlo. So dico por todas pru-tes^que Europa olvidaria los principios del derecho público, sí porinitiera que la seguridad de las posesiones coloniales de una potencia estuviera do continuo amenazada por la preponderancia de América. Europa debe contar con los peligros del «panamericanismo', ella no puede tolerar quo España piérdala más pequeña parto do sus posesiones coloniales por la agresisión de América, porque entonces la seguridad do las posesiones europeas de Ultramar y las garantías del derecho público dependoria on lo porvenir de la voluntad de los yankoos.> Acerca de los movimientos de nuestra escuadra y dé su entrada -en- ■Santiago- de-Ouba,- dice'"TSn"" marino íraacés: * — Al público — dice—lo ha sorprendido porque no entiende jota del asunto. En primer lugar no so tiene la seguridad do que ol almirante Cervera osté bloqueado y si lo está será ventajoso para él, porque después de eruznr ol Océano his buques de guerra, nooositan siompro reparaciones. Mientras está allí rapara sus averias y no imhsume su carbón, mieutias que la escuadra nortcaiuoricana gasta su carbón y so eolia á perder. Cuando la escuadra española salga de Santiago de Cuba ostará remozada, al paso que la norteamericana se encontrará fatigadísima. Esfo es propio de un buen marino. » Esta opinión, por lo sensata, moroco sercopindn. LOS Estará impaciente el periódico impío. Lo cniip rondemos. Conoce los textos literales qu- le pro metimos, y teme quo su patriodsmb so haga público. Jíegar el eoneopto de patria, reduciéndolo á «voz que cance de sentido'; afirmar que ubUcana do Pontevedra en su primor editorial correspondiente al d.imingo.3 do Abril del 'corriente aúj do 1893. *