. SUSCRIPCIÓN Lugo: i peséis al mes.1 Pudra: 4 id. trimeslreB" das anticipadamente. Cuba, PuartoRico y Fíüf3' 12 ' ANUNCIOS A precios convencionales segíin espacio é inserciones. Comunicados, ít real la linea. Oficinas: San Mercos, DIARIO ILUSTRADO Dí£ LUGO. AÑO XV ' Jueves 20 de Enero da 1898 NÚM. 9.8fi8 Naturaleza ' ira Toda la prensa, en f-zñ^ telegráfica, va!Q3urUuik>.t3t0üaJÍ' casi »je(;aüica(íieute'las ten** noticias dé esa iüUQdacióu que p*"13 tfaaa8 es camo ptndant iJe la gne U!1 a^te J uoa maldicióa contra iaíia- Habituadas ya a t'dolor J á toda^ dúsdiotia, aaiatimos áa "ueva catastrote am iniaiitaruot couinoveraos. Llega «t despacíio-6?'"*1500 daad'i ousuta de que la'iJilsoiüu pasa de uea á otra proviueii^ lu* tBl pueblo queda eu ruluas; doúlar',l,l<)1''il siíri" col» eu tal rtíg:ilJu''í,J}»r«'>i> bajít la dostretsWra oleada Y ludo loque liacemos es enviará «cajas» la fénebre cuartilla; y cuan lector pasa la vidt i por Jos rgloees, inútilmente clamorosos, la jieasa desgracia, el grito de desosp^ióa que lanzan los pueblos heridosJr 'a ¡ra de la Naturaleza uodeapifíü más interés que la noticu de que 'salidu U. Fuiauo para tal pane, ó ol tJ'-írauia do Tíiyrau eu que hh da cueir d4 qae el Sba de Piirsia esta cyuitido. Ceauio laitástrofe es verdaderameate bíblica» más que sucede es que Tarioa diputas J aeuaJores ao constituyen en eJisión y dan uua Euaciiin de teatro ú oauiüau ua baile de caridad (la caridl vestida de máscara) para socorrer les Hdamnificados.» Por su parta e^ebieruo, en calidad de gran limosJro, suelta uu pjcu los oordoocs de JjJúUa y allá vau uuos cuantos isiJos i' pesetas que ilejae las cosas eu su aor estado, síuo es que sirven al cuciquino para mayor gloria de ¡a síucerida electoral. iAlgfporel estilo de lo que han hecho los Gbieraos en Francia, en rugl&:> torra, tjioualquier. país europeo? ¿Uua sombra -iquiera de las maravillas realizadas ur Üolauia con eus duuas y Suiza co sus valles amenazados por los litelujd Sus tnoatafiasí jBil ¿Qoiéu pieusaen eso?— Limos na, Uaby J/urcftn.rfe Cádiz y uo hay que pesar para uadaeu obras de ingeuiaría ü en emplear dé modo definitivo DingüD de los poderesos reoarsos con que i'.uiuta la oieucu para poner en dique á ii Naturaleza desoordada. Quiiiéremos , con todo , es decir, quisiénmos, apesar de nuestro pesimismo, queai.seüor conde de Xiquena llegarau estas líneas... Para un hombre de su buena voluntad acaso fueran un despertador de energías yde iniciativaa íeeutidaa; y rea loteo te, el día que un ministro da Fomeoto seresuelva á ello, la Naturaleza no quedará vencida, pero al meaos coa ing-üüierosy con obras de resistencia sera metida en cintura. - El hombre Jo domina hoy todo; Nansen ha estado ya á veinte grados del Polo; y hasta Ja únioa cosa que no podía hacer el Parlameuto de Inglaterra está ya al tordeo del día» de láuiencia, siendo milagro realizable el hacer de un hombre una mujer, y viceversa; montes graníticos abren sus entrañas á la locomotora con mayor ternura y facilidad de la que suele hallar el amor en las de muchos seres humanos; lagos seculares conviórtense en tierras fértiles; un arenal, una lauda desierta oámbiase en rico y saludable pinar; la dinamita da al hombre la fuerza de un Dios: con ella tiene el rayo de Júpiter como ooo la eleotrioidad tiene la luz de Prometeo; todo está descubierto; apenas si el misterio guarda pa-a nosotros un rincón de sus abismos; las señoritas, cutre sus dijes, ilCvaa ya, encerrado bajo breve cristal, el trébol1 'de cuatro' hojas que era como la alquimia de los floricultores, y pronto, según los anuncios, podremos llevar nosotros en el bolsillo, una moneda de oro fabricada cou platai'és décír.'to'da uua leyenda, todo un sueño hecho realidad... , ¿Sería entonces quimérico impedir las inundaciones y reducir el agua, el ', gran elemento, á sus puras coudicio-' ues de fecundidad y de yida para la tic-, mí La cué'stjiSn Dreyfus , ' El gesto de Zola No hay un sólo., escritor que haya despreciadót'adto'como Zola' las artas de la política.' iOáiao se explica, pues,' la intervención del gran literato fraücés (aunque lo tratan de italiano), en el desdichadísimo asunto Dreytus-Esterliaay, cuyo fondo os eseuoi'almeute potitico?... Porque, analizando como psicólogo, Zola se lia: convencido de la inocencia de Dreyfuí, y tal couréncimiec-: to uo le deja vivir tranquilo. «Tengo el deber de hablar — escribió ayer— porque no quiero ser cómplice. Mis noches serían turbadas por el espectro del inooentequo expía allá abajo, en la1 más espantosa de las torturas, un crimen que uo cometió.» . ¿Cuáles torturas son esas? No son para descritas, sino para''vísta9;' como las vió! un Corresponsal del Nm York' líeraid. «Nadie se explica— ha tiíoho el Pelit Parisién — que Dreyfus vive lodaoia resistiendo los sufrimientos mora! es de ta degradación, y los sufrimientos lisióos que produce la permaueocia en una región donde todo so agosta bajo un sol implacable.» Dreyfus vive eu una jaula que tiene diez metros de lar¿o por tres de ancho. Como única perspectiva tiene los once guardias que le vigilan día y noche. No puede hablar cou cadie, porque na-, die ie dice ui le contesta absolutamente Se quiere, que le respetamos, que le amemos.. ¡Ab! Ciertoqueaí. El ejórcito que se erguirá á ta primera amenaza para defender la tierra francesa, es todo el putblo y aó'o nos ¡aspira ternura y respeto. Pero no se trata de él; se trata del sable, del amo, que quizás uos den mañana... y besar devotamente h empuñadura del sable, pío!» Anoche, al crudo fulgor 'de las luminarias eléctricas, leía yo, en letras gordas, ks más atroces abomiuaeiones contra Zola. Apasionados antisomitas hacían autos de fe con ejemplares de ¿'Aurore, que publicó la carta de Zola, quemándolos en corroe que proferían aullidos y amenazas. Bjuuailas de estudiantes recorrían el Birrío Latino, gritando: —/Ai/yo Zola!... ¡Xbajo el traidor/.., ¡Abajo tlmfame!... Y tuíeutras la ley llegaba á casa de Zo!a á noticiarle su proceso por difamicióu, el ejército, representado por varios ofieUles, llegaba también con carteles de desafío... Y esta inaüana he leído con verdadera sorpresa estas líneas eu uu pinódioo conservador: «De gradoópor fuérzase vé uno arrastrado por este acto de heroica locura. Zola está en la cúspide del edidcio que ha construido su tenaz labor literaria. Ha conquistado todo lo que soñó cuando era pobre y desconocido; su obra se ha vendido por cientos do miles do ejemplares y ha si lo traducida á todos los idiomas. Xola ha llegado á la fortuna. Su renombre es universal. jSa creía que iba á gozar tranquilamente de ¡a situación que ha conquistado? No. Ra su espíritu ha surgido la idea de nada. Para distraerse de este.agómco siioucio, en medio de seres auimados, eu apartado islote, quiso hacer uu iar- . ■ , - . , dinitlo, pero las plantas no W«>0. I !lue so ha consumado uua espau osa mComouu looo, so divierte ahora haoien- i J^LCia , y, agononoado por esfr) cando ecuaciones algebraicas en un oua- ^ncimieiito, se lanza a i pelear cuerpo a drito. Trabaja en ellas todo .«1 dia. Al > ^P0" ^ « ^ * dwwttr y a escaer el sol se eoha en la ¿ama, con'.es- \ crib» artículos coléricos,: s no que de posasen los pies, y duerme1 hásta' que \ wpeute salta al cuello de . ías : gentes n-elveeldia-ylequitanlasesposas, y í ?ua ^nepor culpables, las acusa ne1q dejan libre para pasear como "uua Se- • ^««ute, formalmente, y. las excita á ra á lo largo ál la caja, deteniéndose de ■ I»rMgmrlo, 4 dmgir contra el uu provez' en ouando frente á los guardias en i cuyo termino puede ser ía perdísilencio... Este suplieio empezó hace { Í*d* so.hbertad y la ruina de cuanto tres a&os. La muerte sería una libera- ! h? conquistado. Ve la victima, sólo la gj^Q j victima, y todo ¡o saermea eu aras de La crítica francesa ha proclamado la ¡ ^ ^ ^ .,'0Eda> de11su je supremacía del cerebro de Zola sobre i decir, de gritar, de aullar la verdad , No los cerebros de sus compatriotas. Sus i e? C0IQl10 e3ta rabll'sa, necesidad de bamás acérrimos enemigos Warios, oo- | H/se por otro, esta voluntaria caída en mo Drumont, dice cuando so habla de el ^lsia0- oa^ *«! hwn tranqmlo, Zola: -«No puede negarse que es un 6a.8U<»w' lejos de cuidados!..... gran cerebro». Bso nose discute; es un Tenga ó no tenga razón Zola, su ógma. Por su talento Zola es el pri- i gesto en el asunto Drayfus es el más mero de los franceses. Gn el cerebro de este hombre se ha arraigado la idea de la inocencia de' Dreyfus. Y como Zola no es solo «un cerebro» sino también «un carácter», un caso extraordinario de valor mural, uu hombre convencido do lo q ue dice y dispuesto á sostenerlo contra tocto el mundo, esperó la seutencia del Consejo de guerra mientras pudo creer que sería justa, es decir, dictada con ar. eglo á lo que él, Zola, 'i ou'ordoa! pieusa.y cree; y una vez defraudada su j hermoso de la Francia contemporánea. Y á los que dicen qué Zola se ha vuelto loco, les respondería yo' que también Don Quijote ora loco; y, loco y todo, si ¡fuá sioudo, á través ile los siglos, la más' hermosa de . la» creaciones artísticas. ¡Bien hayan los pueblos qué tienen gestos como oí de Zola! ¡Bíou hayan los pueblos que tienen locos dispuestos á saeriticarlo todo en. la 'pelea con los hVIS BüNAPOUX. esperanza ha salido de la pasividad con un documento tan hermoso cómo terrible; la carta iV\ residente de la: República,' et inexotable ¡¡'acciuef, acusando al teniente aoroael Patyde Clam, al general Meroi&r, al general Billnt, al general de Boisdeffro, al general de Petlieux, al comandante Ravary, á los peritos Belhomme, Varinard y Couard, á los centros del ministerio de la Guerra, álos periódicos UBclair E' Echó de París al primor Consejo de la guerra, al segundo Consejo de la guerra. , , «Yo no conozco estasgontes — ha di,cho Zoía— nó las he visto nunca, no tengo contra ellas rencor ni odio. Para mí son'entidades, rspriís dim/ilfaisatice mióle: Por eso tas acuso.» ' . — En üínguna. época y en ningún país— dice hcy C'assagnac, airado contra Zola— él ejercite Dáciooaí ha sido tan innoblemente arrastrado en el fango. Generalos,: oficiales.v Consejos do guerra, todo el ejército ha recibido en plena cara el iufeoto fango de Zola. > Pero Zola, anticipándose á esta conclusión , ' habrá dicho eo sn famosa carta: - - «Se me habla del honor del ejército. ";(De SI Liberal) Eí smdicatb de la prensa . L"» lameotublos iuoaaosde liH'-ban» fi l^üe ha dado oiígao li prooactdsd de on perióá'oo, han possto aobre 'el tapeté' U otie ' Toíos los perióiiioos tratan Ja caestión, y el Gubieroq ae.ooapa en bateir'remedia i mUs defieíancite da '«* (Aye*, p&i-mudio delt'p^oeuoia de mioíittos qus so oqmbió eo a1 ú timo Ooosejo, ' El Imparcial dedíoi' á esto esunta an arifotjío, euy^ efiWJis o* la ¿igijiéate: iixn-n & p'jjar'jaslos pof pBoadore«.. "„ "A nosotros so* pítooi— 1«c9 »] colega — qua ea rigot.no te pueda hablur do la prensa oo general, refiriéndose d (alea dctoasUi-, eioo de periódicos, y de pariódiooB ooot idtíimoa. L'enas están las oalotnaas de U pruna » eipsUola de enoomiei, de ilabaozna, eoisfeoimínnloí, de oua cío i Btteattóí militares so refiere. Eito lo pattiííico yU p'autibU l[i-tíi h'J IjffleatiWos (t'-epaiones, u salen í a luz píiióJiotjí, qaa por ta f j u do lodo respeto, por «a lucgaij-í pToe z, y tndti soez, ifnlJD y ifauduo, CtUio ol cajo de El Recmc entrado, Ion «eLtioiioatoj d>i olai''; íi i-Sutoa uitttí pab lOiciooea (jutt oi ircaiimiuci pronuts1, pm íUoJjr a ÍDtu.'íabs, que ollá ea a. f jado ü-ida tieusa da ifliiuafBti, oubístúr ol otdto nt cosario eo la miliei', 'a preaaa ta gecsial ni. -í gil i i culpa tieii& to ellv.n Tiaoe ruióo Ei fmfHirciat, y ec U miimi li^bibd^e b. ViatM cumpii-b.da cata vardad. Lid mana hiQ qudiiiu Umatta u jujlioia por uu m .uo, y va bu ceguedad, Ó mduujJwd piir pari'juoa (lo íjdoiu [teiTetííj uu a i hau limÍL-du i c.stig.t a- petiódico Juti, ainu qju h ia ^r.'ul =