»ty>jbm SUSCRIPCIÓN Lugo: i peseta a! mus. Fuera: 4 id, trimeslre psga ■ das anlícipadamente. CubajPuertoRico y Filipinas, 12 e 'ANUNGIOS A precios convencionales según espacio é inserciones. Comunicados, á reallaUnea. Oficinas: SairsMarcos, DÍA-RÍO ILUSTRADO DE LUGO» AÑO XV Jueves 27 de Enero de 1898 NÚM. 9.875 Sin norte.., y siu rumbo líi Reo de Galicia vino á la vicia de la publicidad ayer tuda vía. Nu pnrtict) (jua [loréltiayau pasad» loa dtaoiaeia aüos de suadgs épocas án publicaoiótt, ajuz- i gar por el candor ó ¡ulaiitil ¡Quoíoda ! twoque liabla dü p»)líticu proTiuoial tíü tu a ticulo Los dos nortes. Quéjase ama rgatn 'jote dé la política ! qae se hace eo los distritos ddl Norte do I la proriucia— poratií duele sin duda; — { y se o. vida de que preciaatnente toJo ' uaatito si hace no o» utra coa que pro- i curar emneudar ios desaciertus, las tur- ! liezas, las tropo ías y los dosinaujd Ue- ; va loa a cabo por la famosa razóu social ■ flmititán y Compañia. I ¿Qjó es ¿sj do provid-juüiaa, resolu- j cioues, declaracioues, Üaaiadas, visi- ! tas, multas, eto ? ¿Está soguro de ello ' el L'co? Nos parece que oó y que habla ¿l humo de pajas. Porque uu periódico que dice que ' üu asesiuo llevó al poder á ¡os fusie- ■ niítas, üí capaz do uliroiar li> primero que so le ocurra ó á las mioutes se le veuga. Nosotros creíamos que los fusiouistas Uígarau al poder ilaieados por tu O-iroua; pues no, aeiiore-'i, lod Uevy Angíoülio. Pero ui auo «a soatiio li^urado ' puede aj o» i tirso semejante aBrmaeióü. ¿Ta a prouto perdió el Reo la memoria que ya ha olvidado que desvie al 8 do Agosto vivieruu los conservadores eu el poder hasta e¡ mes de Octubre, gracias á la iuteriindad Azcárraga? ¿O.vida que los liberales fuerou llamados a) poder para arreglar la euestiou cubaua y salvará la (Jorona aaioaazada por la d'isaaióade los cou servad ores? Bomero coutra Azcárraga, Siívela cgutra líotQer.j; e! Directorio siu runiho lijo, la crisis inevitable, las desercinues á cien ■ tos... esto fué lo que produjo la caída del partido conservador. De lijado que— uo lo olvide el Eco á lo sucesivo, —los fusiouistas uo fuurou llevados ai poder pjr uiugitu asesiuo. Tomado al pié de la letra es UDa tremenda atrocidad el decirlo; afirmar que la muerte del 3r. Cáuovas dio o! | odor á los liberales, equivale á borrar de uua plumada los meses de Agosto, Septiembre y Octubre y ios sucesos desarrollados ".u fill'J». i C¿ io uu perió lieo que así discurre al hablar de política g-juer d, al hablar de lo que es elemental y c! A . IS. C. del pe- . riodiimo, desbarre y deiiigure los lio- . cIios a! tratar do la política pwnuoial , ¿qué ticue de extraño? ¡ V precisameote vá á buscar para ¡ combatir á ¡os directores de' la política ; provincial, vá ú bunsar, decimos, los j distritos del Norte; vá á buscar á Hiba- ] den. donde don Calixto— y esto lo sabe \ bien el /ico—ha hoch-j loque uadie osa- ! ra, ui osará de seguro, para combatir— : con bi^u tristj resultado, ai Sr. .Ví^rtí- | níü B jagoíchea; vá á buscar el distri- ; to de Vivero doude hubo 'o qut no puede • decirse; y se tija por último eu Mundo- [ fie Jo donde uo hubo arbitrariedad de ] que no se echara mano para sacar á Uo- j t-i la caulidatura del Sr. Cea Naharro, j que sin ¡as artimañas de f). Calixto, así ¡ hubiera alcanzado el acta do padre de la patfiu coaio tiosotros tiottqui.-itamoa el Mikado. Kuder.jzar aquellos entuertos, reoti ■ ficir aquellos erroros, derulvur la paz á los hogares y sus fueros á la justicia, uo ha sido nunca asunto censurable, aute-i bien digno do loa y merecedor do agradecimiento. Es verdad que coa este procedí miento no podrán vanagloriarse de uu triunfo tan eft.ucro cjido dudoso ios Rebellones y Ceas; pero algo más vale esto que uo llevar á aquellos distritos la paz de Varsovii, imperando por el terrur, dormuando por la fuerza y BQseñureáudoso de tiles domiuios por las amenazas de los ukases y tos golpes del Kuout. Kl Doctor Sobo Todas las clases doi pueblo orensano rindieron profundo tributo á las vir- : tudesyá taoienoia del Dr. Nobo, asis, tiendo á sus funerales y á su eonduc; cióu de su cadáver, i Era un teólogo de la vieja cepa española, que había seguido las corrientes do esta ctoucía nobilísima desdo los ! primeros Padres de ¡a Iglesia, cuyas : obras oenoeía de modo admirable, hasta nuestros grandes escritores da los siglos XVI y XVII, consagrando culto especíala! gran Doctor de Aquino. Su sabor sólido estaba además cimeuUdo en la exégesis bíblica que enseaó muqíiqh aüos. Algunas vacas le hemos oído comentar pasajes difíciles de San Pablo, por quiou tonta especial predilección, contal profundidad, ingenio y elocuencia, que deploramos vivamente que hayau quedado inéditas tan sublimes improvisaciones. Sus autores favoritos fueron Sao Agustín y Santo Tomás entro ios Padres: y de los nuestros amaba especíahnou te al gran Suárez y al clásico Melchor Cauo. Siempre que citaba á cualquiera de estas lum - . breas, su palabra adquiría más vida, animación y fuego, como queriendo excitar en los demás la admiración que ; él sentía por aquéllos. '■ Otra de las direcciones que siguió ; aquel talouto de tau noble progenie fué la Teología mística, eu que ora versadísimo, y bien lo saben los que acudían á las naves iyonet¡>9. La trop^ subió á las aiíSit, ararz indo como per U eslíe, pa - r» lo qan BndavioroQ Ion zipadorcB moy lUtOB od dactibsr tabiques. Dt&de balconea y ventanas hacían fuego á lo» de eb^j». ílil ibase ya la barncadi medio dtth-oht. Er» na oombito jnoDetru.:ao, OUsa algo muy pareoido al eetmendo de gran farraiíü, usa baiumba espantosa que impooey eosordüoc. Trctabn:! los fusil sí, tronaba el anfión, a*Un Us tecbumbre?, 0*1*0 los tabique; h1'& dutria da los Oifljnes, ohispeabaü laa err&duras da la c&biIIbiÍ.i en ol desiganl Empedrado. ParoibííiS catre «I g'to oiiti tiendo, oocao puütl que hiende U oarue el so o su neta de bocid'is, do oípuolaj, da hobilUs', d¿l piñooBo del gatitl'ij »1 reii'itítf'féírui', 2g;ido qae producía la f ios y la b^yonets en pugil'jtü hjrteudo; la raildioió e! rugido, el brirtr de ootoutíaes, el oosiclazo del que oaey el aullido salvaje del que venao. Los repoblioanos embestí jo saltnodo como tígrea «ob.-e la t.'op* que ae replegaba y volvía á la onrga deapuéj eotrabsu y saIííd loa aoldudoa ó las osoioiaieB en mí oaaa oomo el agua del mareó.) ei Sujo y reflujo se mate y vueIto á salir por eotce loa hueoos de lae rooas. Uea vez, un soldado, con el ros caído háoia delante, la caciíllora por la barba, el capote sucio, roto, Isb puotaa del falo ó o oogiddB oou botones á lat cadera-', el foeil nfiiozado y la biyjnetu oaltda, víoose para mí oomo uo íañe; ví la punta de la bayoneta á una puigsd» do mi pfoho; dlua grito do espnotoy oori6 loa ojos. Mi madre bo tbalau^ó al soldado oomo una leona y lo arrancó al fusil. [Ejemplo del poder que prsstj A una midre el ünior á bus hijos! ¿Qaé 'ápids íranstoióa /uó la de equal hombfi? Si viso á qí desarmado y^. Ui madre le dejó. To no temb é. Cugidme la birba con sus ásperos dedos, y dijo riéidost: —De buena te has librado chiquillo. Y mego á mí m&dre. — Pítruaa, ¿hiy sgus para bebe:? Mi (oidto le dió el fuai! y lo dió agai. 2ía quiso yino. B;bió e! soldado. — -Eí,— aiclimó, — no fué nada. — Se inoünó, me beió y i-ñadió oon, risi fioieota: Ojilá qna tu padre to puada ¡ibrnr de quin* la». Mi madre estreehó su ai-ioc; ei homb re se oo d rao fió profundimeote y murmuró oon ecfjetan: — Abura al deb^r. ¡AdiÓJ pEtront! Eitábamua al pió du (a euo^lorrfsí alajó el aolflsdo, stravetó, el porta!, salió á :u oalle Boa miió otra yez y le veíamos nosotros; bí le vcíimos. Al salir sobre uoa Insa Isnzó ua rugido y oayó de bruces. Via búlale hibí» atravesado la oabuzi. Mi madre oíyó de rodillas y so bschó á ¡!urar..Yu eaoond! mi cabeza en au fjida. Daspués, mucho deópuéí, ttenscurridOB muohos t-fioa, al quedarme Solo eo mi hibítacióo, antea de dormirme y aun dormido tambiéa, parecíame oBCuehar qoe la puerta do mi a:oobj se abría, pi'retíimü iMCiichu doüpué" pisadas lacias y que vedi h ista mí a compasad a montf «i io dado muírtiijií, go hd baldosa <■! golpi) de tu fósil y ei o ngid:> de la ailU al neut.rae el ji);dudi> á mi o&bsoero. Muabtie yo con cstupOí p.'tpfoad?, peto sin mitdw, permjqocíi un tootnute (■iieocioao, babn luego un Vaso de ngui, U-Vsntábdse, sentíi yo en mí buba airóos desua fiaoa dedos da