SUSCRIPCIONES Lugo, un m»*. ... 1 pía, Fuera, trimeslre (pago adúlanlado). . . . t > Ullramar y extranjero n > Niimero del día. . . o'05 > Airasailo O'Iü » Comunicados y anuncios, precios convencionales. Si lleto: i la jlDCÍf AtlVKRTfiNCIAS anunciaran los libros, loy revistas qus se rumlim Uedscclíii. ustlírirtojif un rllico más 6 ujonos exde lis que por su impoi'- ianci i lo mer^ican. se rteviioh'On los escritos que | or alguna raióo no pudieran i isertarso. BSie pcrifidico no se pul)]l^» los d ss siguieittos i (eslivoa. ANO IX. ¡1 KÜ ACCION Calla del nuen Jeaiis. fi, principal. Rlici'colcs £8 río Ucjiiimbre dci 18v?S, ADMI.VtSTRAL'lOH Calle de h iieiti*. :i. haji) NUM. 2 426. Pues señor... líate era un rey que, como se recordará, lenía tres hijas, á las cuales, quiz-i por la fuerza del consonante, mcti.jen tres botijas, vistiólas de colorado y.., el cuento se lia acabado; lo que no se lia concluido toclavid es til cruel lormcnlo de las pobres chicas, ni la moraleja del cuento. yin que haya llegado á rey, es el liecbo f]ue el Gobierno tiene tres b jas metidas en mayores oátrecbeces que las consabidas botijas: la libertad, la honra y la vida de la nación. La libertad está metida en el botijo de bi suspensión de garantías, la honra, eneldel iratado de paz; la vida, en el de ia política; y en cuanto al traje colorado, ia primera cslíi roja de ahogo; la segunda de vergüenza, y la tercera de fiebre... Ei cuento está completo, pero no acabado, ni es fácil saber cómo acabará. Aparte simbolismos de cacharrería, muy frágiles de suyo para que al menor golpe de la censura— el botijo en qne está metida la prensa—no se rompan en mil pedazos, es el Eiechoqiu; vivimos, si esto es vida, excesivamente apretados. Tan apretados vivimos, que ¡a asfixia es inminente, y que si ía opinión no tiene libertad para pedir loque necesita, para quejarse y protestar de lo que daña ú ofenda á ia patria: si sellegóen París á donde su ha llegado y por lo que se ha llegado; y, por último, sí ía vida nacional se agota inútilmente, como so agola, resulta que se gobierna sin la opinión y contra laopinióu; que se gobierna por la vida de unos pocos y para la muerte de Lodos, qne se gobierna en nombre de -la- nación contra la nación misma. Pues, seúor: este era un rey que tenia tres hijas... ¡tres hijas! Trátelas el Gobierno como tales; sáquelas, á las que pueda, porque alguna quit'a haya muerto de su menguada é ínjusliíleadá prisión, y no se oponga á que la violencia lo estrelle los botijos en la cabeza. Denos la libertad para buscar la honra; para pedir la vida; deje que hable la opinión, que diyalo que piensa, lo que quiere, que el pais no ha pensado todavía en e! suicidio, sino en la regeneración , todavía no lia pensado cu la muerte : aún quiere vivir. El pais no quiere la libertad para matarse. No lo mate el Gobierno oprimiéndolo injustamente. Las cajas y los haberes do la secretaría La Idea Moderna, de Lugo, aometa á nuestra consideraciou lasíguientecuestióD: n¿Quó delito se comete aplicando ií pagar el sueldo do loa secratarios de junta provincial con fondos existentes en las cajas de primera enseñauza, procedentes de los ayuntamientos? ¿Quiénes son reapousabloa de ello?» Esta es la cuestión, aunque no sea con Ub mismas palabras. La contestación nuestra es termioantft; sn talea casos se comete el delito de malv&rsasión da fondos públicos, previeto, definido y penado en el libro II, título VII, capítulo Xdel Código penal vigente. En efecto: los fondos que existan en la caja de primera enseñanza, procedentes de los ayanUmieiitOB, pueden hallaise en tres casos: 1. " Fondos destinados á psgar á los maestros do los nyuutauiientos resijoctivos, caso natural y corriente, y en el cual loa fondos deben entregarse, sin excus» alguna, é los interesados, sus legítimos dueños. 2. ° Fondos sobrantes, des[)uós da ese pago, caso rarísimo, pero posible, y entonces deben devolverse al ayuntamiento. 3. " Fondos que, sin ser sobrautos, corresponden á maestros de paradero ignorado, óque Uau muofto sin que los bmederos reclamasen, ó & ioterinos que no estáu ya al fronte de ¡a escuela, etc., etc. Aunque [Buqíio de esto uo debiera ootu'rir, es lo cierto que ocurrr. H;iy cojas donde existen nobi'unles grandes cniUidudus, qno i}¡? na sabe íl quien corvespouden, y por ctu lo qno así so (Isf rauda algo á la cuja ceiitml da derechos pasivos- l-'ero en este cuso ptinde aRecr'irse rpic tío corresponden á la viere, larkt y que el cajero debe 'jmirdar esas fon dos para jxigarlos cu su día ú sus leijítimas duciios. i Abora bien; en uingano de los tres casos i citados pueden los finidos procedentes do ! los ayuntamieulos, destinarse A pagar loa i secretarios, y si lo bsuen iuouiTen ou uno I de los articnlos siguientes del Código penal. J lÁtt. 405. El funcionario público quo por razón de sus funcioues, tenipndo i¡ su cargo caudales ó efectos públicos, los sustrajere ó consintiere qne oíros loa snalrai-jan será custigudo S," con la (puna) de presidio correcional en sus grados medio y máximo (dos afíos, cuatro monos y un día ií seis años) si excediera (ln cantidad sustrni- du) de ÍÍO pesetas y no paao de 2.500 y aderais «itihabilimción temporal especial ou su grado mísimo ó inlmbilítncióu perpetua absoluto. i> «Art, 407. El funcionario que con daño ó entorpecí miento del servicio público, aplicase i usos propios ó ajenos los criuda¡cs ó efectos pucitos tí su e^igi, eyvé castigado con las penas de iuliabilitaníóii especial temporal y malta del 20 al 50 por 100 de lu cantidad distrnid;t.« Si uo Imbicro entorpecí mí euto de servi - cío público, la mulla será i)el 5 al 25 por 100. Caro cstí, ¡\nc. como toda re.ipmisiibilidad penal llov'i aneja la n^pons-ibilidud civil correspondiente, según ni propio Código, además do esta pena proesdo el reintegro, y esto, aún hecho nutey do perseguir el delito, uo libra al cmuiutil de lus penas i'.cl Código. Ahí tiene el coleen nuestra respuest"; . ¿un "íjuú Cano da los diw cUíuIds cslft el ipie propone La Idka Modeuxa? Loa tribunales habrían de decidirlo. Y vengamos íi la sognnda parlo, ¿Quién es el respousuble? Hibria en cada chao que estudiar las ciioun'ii.ii.iiciiis oapecínles ilel p«gi>; pero en términos generales, teniendo en cuenta la disposición 7." do la real orden de ]5 do Junio do y los artículos a.", <{.», 7.", 10, 20 y 21 do la reo.! ordeu de 8 d-i ITimenjluii del mismo 9110, puede afirmarse qno son responsables en general, el cajero, «iioirgJido de la custodia de los fondos; el gobernador, que expido los libramientos, y el secrotnrio que ea el interventor do la coja. Claro está que habiendo delito puedo, según los casos, corresponder A cada uno muyor ó menor responsabilidad. En lo que no cabe duda es en la existencia dol delito. Esta es nuestra opinión y los fundamentos legales de olla. Hay algunos secretarios que ostán autorizados pnra cobrar do la caja, mejor dicho, por conducto de la, caja; mas Im do entenderse qno cobrarán de lo que ingrese, la diputaci/nh para ellos, no do lo que inqresf.ti los lojnntíii'ücnUK para pagar ií los maestros ó para otras atenciones definidas y legitimas. fjupoiieojos que el cologa no ba liecbo la pregunta ain alguna causa y esperamos quo si existen abusos los denunciará claramente.» Ilista aquí, nuestro querido colega Bl Magisterio Español. Quiénes hayan seguido el curso de la consulta no liabrín olvidado que la contestación de ií¿ Heraldo del Magisterio es igual á la anterior. Abora hemos do confesar con franqueza que para evacuar la coniulta no precisábamos la opinión de nadie; pero como hay ciertos fulanos, citanos y menganos, quo niegan luHoridud il todo nquól quo no csUí conforme con la suya, bemos querido explorar la de nuestros colegas, por si sus pareceres sufren ignul suerte que el nuestro en no pocas ocasiones y merecen los desdenes también do Algunos abogados de secano. Aunque uo se puede decir más ni mejor que io expresado, (jilo ui con cien Alcubillas en la mano so ha do routificir, sólo unas cuauUi palnbrus nos pirmitiromos añadir pira que quede completa ¡a obra. Ljs maestros del bospicio dn Cónlolis., solicitaron del ministerio do Fomento se les concediera cobrar sus baheres por con - duelo do lu cuja de primera enSRjÍ>inz>i, lo que les fuo enneedido por real orden de (i de Mntzndo ifi'.'O, mandando que su impórtelo fuese tenido en cueiitit al ayuntamiento pura su cupo proviaciu.1. Por real orden do 8 de Abril de 1897 se hicieron extensivos estos iieueficios — el cobiai';jü)' conducto dr- la caja, que es muy distinto í eobrar de l/i caja— 6. los empinados de la secretnnn, intervención de la junta de instrucción pública de Avila y al maestro do su hospicio; eutondiondoso que Ja diputación había de ingresar, como el oyuutamíeuto el importe de los haberes de los rniamoe en la repetida cajo. Esto es lo que hay leginlado en este asunto. Seguí amcut-c no bnlhitd nadie en el Alcubilla ni en ningún otro recopilador otra cosa. ¿Tiene sentido común quien crea que con dinero de los maestros se puede pagar i los empleados do la diputación? Rumores liarlo verosímiles corridos en la pi'oviucin le.sjii'cto da este asunto, han motivado la consulta. Crea, pues, nuestro estimado colega El Magisterio Jispañol, qne llegada la ocasión nos sobra valor para lincor la denuncia no sólo en e! periódico, sino en otrn íonoa. Pero, ¿se echaron ya en el olvido aquellas famosas visitas de inspección oíduuadas perla junta central de derechos pasivos? ¿Queda satisfecho el consultante? ¡eos de la prensa «Gloria tí Dios en las alturas y paz cu la tíerie f¡ los hombres do buena voluntad.') Decididamente, la salutación evangélica no rigíi pov v>""¡ piit to.i.iB No es la buemi voluntad, sino la fuerza la que gobierna el mundo, aunque el Verbo tomo dos mil años bá forma bumana, no para los poderosos, sitio para los humildes. Olviileiuos, si nos es posible, en estos días de tregua, los cuidados que nos abruman. No hablemos de Ing misarios [inlUicns ni ilelos eoulbetos económicos, que nos íigiuirdan como enemigos mortales á la enImOr. del eño nuevo. Pero acordemooos, en medio del reposo actual, de la ponusu ó ineludible labor á qne muy luego necesilareinos dedicarnos, y acostumbrémonos á mirar cara á cara nuestra desdicha. Detenernos o entregarnos eu manos de a casii'vlidad, valdrá tanto como renunciar ¡í nuestra condición de pueblo libre y á nuestra personalidad europea. La obscuridad se baca cada vez más densa sobre nuestras cabezas, y el terreno sufre cada vez iniis fuertes trepidaciones bajo nuestras plantas. No se vé pot ninguna parto un rayo de lua, Ü ifpiean los puntales, que si no aso gumb'iu el edificio ruinoso eu quo vivimos, retardaban por algunas horas su desmoroiiHinieiito; aumenta en proporciones alarmanlcB lu couíusión, y parece que eu la noche de España no va jamás á alborear el día. Trabajemos, no obstante, en la seguridad de que si queda salvación para nosotros, no hemos do buscarla nido encontrarla sino en el propio esfuerzo. — El Liberal. Amigos del ñr. Silveía confirmaban el juicio que desde un principio se formó do la reunión de los magnates conservadores. El jefe de la unión conservadora no ha querido otra cosa que oponer en público una negativa categórica i cuanto so habla do disgustos y diferencias do criterio entro 61 y lo» Seos. Pidul y Mar lint}-/, Campos. Nada nuovo so dijo en la citada reunión y tampoco se acordó cosa alguna que no estuviese de antemano convenida. Los Bros. Sil vela, Pidal y generales MattiuezC-impos y Azcimg» soslieneu la creencia de quo no es posible continúe en el poder el partido liberal, cosa que ya te nian dicha antes y que os natural repitan en todos los tonos. La política esti eu relativa calma, tanto, tpjo el hubííse reunido ol 23 los conseryndoros lu sido objeto de grandes censu¬ ras, i pesar de que se diciendo que entuba conocerse el estado di sejo. No obstante ¡a ex] li&biia sido discreto LOS a explicaba la reunión convenida antes do I presidente del Cou- ilicoción, se creía que iplusavln.— Heraldo. boles Un distinguido aotónomo alemín recomienda además de i, hoja do los árboles para la alimentación d<) gauado, la rama da los mismos. Gompceude para Viles ramillas las que no pasen de a ti diámo ro de dos céntimotros. Mr. Kimaun de líborwa', que es el escritor aludido, ha soejado privilegio en su pais y en b'micin. El procod i miento < ue emplea consiste eu reducir las ramilla] al mayor grado do división posible por m 'dio do cortapajas y de un triturador, comí ¡miudo sus acciones. A esle producto añti « un 10 por 100 do malta ó cebada geim nada, ó iumediatameute lo recia todo ton un poco de agua caliento, abandonando, o á la fermentación, que desarrolla en la mi sa una temperatura que llega á elevarse á UO y 70 grados, E-ite procedimieuti so viene rocomeudando muebo. Respecto á la matFiia nitrogenada que lusli'ii.isó las i'a.miUttidc mfereiitus espeems vegetales encierran, y ornando un lérmino medio de diferentes un ilisis do los ineueionados productos ó bi:iles do los árboles, puede asegurarse por ¡o menos, tres veces más (¡uc ¡os loTOillas. listo hace sospacb ir que los ensayos verificados sobre alime itacióu de ganados, que han servido para preconizar tanto el empleo de las raniillas. deberían referirse í lu «i.-ncla de 1« liajít eo i la ramilla. De todos modos, bueno es que so coto- tales piácticas, por a la agricultura ha iiqtii donde abunda producción arbús- prueben en nuestro pni. lo conveniente qno pa de ser su generalización, más que la herbticia la tica. íCn la vocina ifpñ'ílica, donde no ba encontrado gran acepti eíón el sistenja, sin embargo so lian llevaio á efecto ensayos miimeiosos sobro el pn cedi miento. Allí so ha recomendado para su conservación la desecnción simple ó el e isilado. Por el procedimiento más al alcance de todos los agricultores, ia mader i llepu S formar el &0 por 100 del producto. Cuando se quiere sacar mejor partido, de >eu darse las ramillas con las bojss al esti do verde, adoptando entonces el ensilado :n las pequeñas explotaciones, verifi cándnlo eu cubas y por los procedimientos ori.marios cuando lo permitan las circunstiucias. Cualquicrn qne baya sido el proce< ¡miento, ejecutado éste con esmero, eíempra se lia visto obtener un producto quo m da deja que desenr en su aspecto y olor corpíóndolo toda claeo de ganado con verdaderl avidez. Ui) nuevo sjib marino Las experiencias verificadas poro! submarino francés Gnslavo Zedé han sobrepu- cebidas, tanto por el gobierno; i tal poderosísimo elevez perfeccionado judo á las esperausus coi los ¡nveutoi'es como por punto, que los almirante i franceses conceden al nuevo aparato sutmaríuo desmesarada importancia, pudie ido ser considerado, ásu juicio, como un mentó do combate, una en sus detalles. El Gustavo Zeda aba idonó el puerto do Tolón, navegando Bupjificialmeute con rumbo i las islas D'IIy iros; uo obstante loa empujes del viento ni stral, quo á la sazón soplaba con desim surada violencia, mantúvose perfectament » en el mar, efootuamlo con toda felicidm aquella peligrosa travesía, k. la vista de Ieí verificáronse las esperíeoi to de torpedos contra el a : ta, que primero so man poco rulo se puso en man paulatinamente en velocMad; eu ambos casos el torpedo, provisto de un aparato especial, alcanzó i chocar contra el acorazado. ! Los ensayos que acnbau de verificarse han demostrado que, sieujlo apenas percep s islas D'Hyéres ins do lanz tmietiíorazado Magcnuvo ul ancla y al cha, aumentando