p. ¡literas nicas y un nejo JiroLla i ta a con cení ración Je/ C f //'7.S/7 /0 Una de las tendencias más marcadas de la industria en general de la última década, la constituye el decidido propósito de las grandes empresas ¡iidnstnales de favorecer por todos los medios posibles su concentración, debido a! hecho ¡niie<íahle en nuestros tiempos, de que la «rail empresa supera bajo todos los conceptos a la pequeña. ¿Por qué no ha de concentrarse, pues, la industria del turismo en sus diversos aspectos? Ella depende, principalmente, de los organismos oficiales que gobiernan una determinada región, pero al mismo tiempo influye en el progreso del turismo la labor individual de los hombres que verdaderamente aman a su país y que desean fomentar esta industria. Esta labor y este entusiasmo individua! es, si se llega a concentrar, una rica e inagotable fuente de ideas nuevas y quizás sea el factor más promovedor en dicha industria. Seguro es que ningiin centro oficial encargado de cuidar y fomentar el turismo en una ciudad como Vigo, podrá realizar por sí sola la difícil tarea de atraer forasteros a esta región, si no la apoya alguna asociación privada de hombres enamorados de su país, cuyo fin sea concentrar los esfuerzos realizados por varios municipios y diversos pueblos, para estudiar con justicia y equidad los medios más eficaces de propaganda de reunir fondos, destinando una cierta cantidad dé dinero a los proyectos que una tal empresa crea al constituirla. Del mismo modo que los comerciantes, industriales, etcétera se unen para fomentar y protejer sus industrias, necesitamos una mayor concentración del turismo, no solamente en una sola ciudad, sino en regiones enteras. Sea este artículo una mera indicación de los ejemplos que nos ofrecen otros países de mayor concentración de la industria del turismo; por ejemplo, ^Italia, Alemania, Inglaterra y Francia. Funcionan en Alemania unas asociacionesllamadas