EN LA REDACCION X^a falta de 'espacio, nos ha impedido ayer a> publicar el Manifiesto del general Fclavif ia poner á continuación los comentarios que su lectura nos ha sugerido No es tarde aún para ello, y hoy va- Ei nrop sito dal dignísimo soldado de Africa, de formar un tercer partido, lo hemos combatido desde estas mismas columnas, no hace muchos días Entonces heñios expuesto las razones que teníamos para eHo, y río hay porque volvet Sobre ese tema. Na haremos ans h )y, que ocuparnos en Ids principios que el dustre general intenta llevar á ese nuevo p mido., y comenzarern.ts por decir que, todo lo que en el méncipnado Manifiesto se expone, nos parece muy bonico, muy hermoso, y' dicho oca primores de lenguage. Se nos figura un idüio cantado en honor de la patria., un sueño de poeta imaginándose un mundo idea!. D sgr acia lamente, ía política tiene muy poca de poético; lo ?d wJ no cabe en la triste realidad de los pueblos. N > hay,, seguramente, qmen no hubiese deseado p tra España ¡as bienaventuran as qiie se bascan como fin en el expresad J documento. Un país, que susti-^ taya á la pol tica de abstracciones' con la ; poiftica agraria in Austr al y raercanti1; es j decir, un pai- en e que, en ve/ de dispu- ¡ tarse el [ o er, por afdn de mandar, se I dedicasen tod »s a fo neritarias riquezas dé- ¡ su suelo; u » p iisen e que, la loco notara i recorriese todtis sus' comarcas llevando á i todi's 5 as placas del continente europeo, • ios aqductos de su industria, y que, cual can. io^a-'l ornado con el fantástico penacho lal vapor, cruzase victorioso montes y llanuras, vegas y poblados, llevando en DÓS ie si ía carroza triunfa! del progreso ¡V.maño; un país que pasease pié sus mx res lina flota magnifica; lo mismo pira ' a atar á otros c )atmentes las nque ; 'Orantes de nuestro suelo, que las • que garantizasen la integridad del r rio; un país, en fin, sin ambiciosos, < flotadores, sin caciques encargados de ítropeliar las leyes para "avasallarlo todo á su voluntad omnipotente, !Qaé magni'fico!.. ¡que hermoso!... ¡qué poético!.. ¿P dría realizarse ese sueño lorado de trmchos españoles, que el general Polavieja se encarga de ponernos á la vista des Je el fant -s c > p •nora n i que encier. a d n rb "de sa Manifiesto? £i i usue veterano vie la guerra de Africa, no nd§ da 1 >s • medios prácticos para reaiizárió; no nos dice el , modo de-i conseguir que.. al. separarnos del lenticu-' lar á través del cual nos enseña ese pais tan bello, dibuj alo en e! f ando de la caja, no se disipe la ilusi n formada, ai volver los ojos á la realidad y contemplar en tordo nuestro^ tanta miseria, tanta desgracia, tanta pasión mezquina que sirva de en grana j¿ á las ruedas de nuestra política administración . Que son necesaria muchas retormas, que es preciso reorganizar todos los ser vicos, desterrar sistemas, acabar con prácticas rutinarias, abolir privilegios irritantes; que es necesario volver por la regeneración de; pds; codo eso lo estamos viendo todos; no es solo el general Po'avieja a de^Cibrirlo. Pero, ¿cómo se hace eso? E bravo soldado que comenzó sus éxitos militares bajo e. humilde uniforme sin galones no nos 'dice como va arreglárselaa para conseguir el éxito poli- La regeneración de España, vendrá, sí; pero no es labor de días y de meses, es iabot de años, muchos años. T el ilustre caudillo de la guerra filipina, no cuenta ya desgraciadamente con el tiempo necesario para empezar siquiera. Aquí donde todo tiene que sufrir gran des reformas, lo mismo la política, que la administración, en las clases gobernantes, tiene que sufrírias en todas las clases de los gebernados La enseñanza, la educación. Sas artes, la agricultura; el pueblo bajo y la a ta sociedad; las costumbres y las leyes; lo profano y lo religioso; la mi- ¿Que queda, pues, del programa del general Polavieja.2 Lo liemos dicho al principio: xmtdifto, un sueño poético. . . Un canto de sirena. Canto de sirena que atraerá a no pocos soñadores de mitologías P^naufragar irremisiblemente en los escollos que presenta el mar de !a política . Cant > L" sirena que alucinará á ^ en la formación de un tercer partido ej medio de lograr sus ambiciones, Pero quo sufrirán el desencanto consiguiente cuando va an la costa, desde la cual can a a serena erruada de arreciles, y acantiladas inaccesibles. Sin embargo, mucho celebranamos que ios propósitos del digno general Polav.e ja tuviesen algo de realizable. No seri lo'contrario porque dejemos de apoyarle con todas nuestras fuerzas todos aq^'l08 que deseamos la regeneración de Üspana. 3 i cicusii) í u im Bien reglado el ciclismo proporciona á la mujer, un desarrollo muscular que ^generalmente le taita; perfecciona ó mejora su salud general y al nrsmo tiempo aleja de ella, muchas enfermedades, cu o ori gen precisamente está en un género (.e vida demasiado sedentario. Machos médicos, que mediante una atenta observeción están en condiciones de emitir una autorizada opinión sobre este nuevo sport de las mujeres, piensan y opinan todos, como han podido después corrob^r irlo, que el ciclismo moderadé y p" opresivo ÍS útil y benencioso a la mu- La bicicleta para la mujer, es un aparato de gimnasta, que reúne las veátajas, dejesforz if los músculos dejtodo el sistema orgánico de oponerse á la invasión de la grasa, de combatir el exceso de gordura, volver el cuerpo- á las proporciones convenientes, ensanchar el pecho y ampliar el campo de la hematosís. Como consecuencias de estas veriíájas se halla indicada, contra la obesidad, el empobrecí ¡ni BUCO de«la sangre la debilidad general, las perturbaciones del sistema nervioso, la histeria, la raeiancolia, la hipocondría, etc. Pero como también puede decirse que abre el estómago y estimala todo e! apírato digestivo, debe decirse que está indicado, contra la falta de apetito, las malas digestiones, el estreñimiento habitual y la congestión dei hígado. Como quiera que este ejercicio físico obra corno tónico del corazón y regulador de la circuiacL-n sanguínea, hallase finalmente indicado en las estancaciones venosas que originan las hemorroides y varices. A pesar de las mejores . disposiciones que la mujer tenga para ios ejercicios físicos, acaso encontrará penoso al principio e! de la bicicleta; pero no pasará mucho tiempo sin que pueda evitarse, los ahogos, palpitaciones fatiga y curvatura, mediante un entrkinement progresivo, y bajo la diracción de un profesor inteligente y prudente. Esta adaptación debe consistir en un ejercicio diario, si es posjbíe, y graduado a las actitudes adquiridas do un modo proporcional. Para evitar os ahogos y la fatiga debe marchar a una velocidad que no ^ea demasiado excesiva, teniendo presenta las señoras y señoritas que la bicicleta ha de servir solo para pasear y no para las carreras profesionales; por eso en los comienzos debe buscar terrenos danos, sin empeñarse en subir cuestas demasiado largas y penosas Solo debe comprender carreras progresivas tero de modo que nunca pasen de veinte á treinta kilómetros por día . Para favorecer mejor la resistencia al ejercicio lebe adoptar un régimen en correspondencia con su constitución Debe evitar los excesos de la mesa, el abuso de bebidas fermentadas usando moderadamente los excitantes (té, café). Debe ser un precepto el no subir en bicicleta después de una comida abundante sobre todo si por la marcha más ó manos r? pida que quiera hacerse, ó por el e-fuerza que deba desplegarse, ya corriendo contra el vien to, ya subiendo y bajando en un terreno accidentado, se expone á un noí.al» e jgasto de actív dad rausculár, por aquf lio de que todo ejércicio violento, practicado al principio de la digestión puede perjudicarla. Diremos para concluir y no nos cansa. remos de repetir que debe el bello sexo entregarse á este^ con arreglo a sus aptitudes físicas qu^ ninguna alteración de! individuo constituye una contraindicación formal del ciclismo. M cho menor sería el número de tractores de la bicicleta s, dejando a un lado todo perjuicio, llegárase á comprender que no es del uso sinó dei abuso del ejercicio, de donde I puede nacer el mal. \ Y fin i I mente, toda velocidad debe regular la marcha con arreglo á su edad, temperamento y sus condiciones de SÍ - lud, de fuerza y de energía, siendo precisamente en la apreciación de estas últimas condiciones individuales donde la irtervención del médico es siempre útil y en ocasiones necesaria . R. MORALES. EN PONTEVhDRA Viaje gratuito. La empresa de la carrilana que hace servicio entre Pontevedra y Carril acaba de tener un generoso rasgo Desde ayer se ofrece á conducir a cuatro repatriados enfermos en cada uno de los dos coches que salen diariamente de esta capital. El punto de partida es el Hotel Mendos Nuñez áalas tres y media de la madrug ida y doce de la mañana. Nuestro aplauso á los humanitarios empresarios Sanatona en la Casy-a. Ha cansado la mejor impresión en el espíritu público la noticia que anteayer publicamos respecto al generoso ofrecimiento del Sr Marqués de Riestra . En todas partes se oyen alabanzas para nuestro querido convecino. El Sr Riestra puso ya la Caeyra á disposición del Comandante general de Vigo para establecer en ella nn sanatorio con deslino á 50 enfermos repatriadas. Se compromete el bon ladoso marqués á abandonar con su familia aquella magnífica residencia para dejarla toda á disposición de los soldados El Sr. Riestra costeará los gastos que ocasionen los enfermos desde su llegada á la estación hasta que salgan para sus casas completamente restablecidos. Serán conducidos en carruajes á la Caeyra y estarán á su cuidado algunas hermanas de la caridad. A tí tendr n á su disposición alimentos servicio médico y facultativo, baños, duchas, jardinés, bosques y todos cuantos puntos de recreo tiene aquella posesión . Costeará también el Sr. Riestra los en tierros de los que faPe can, si este caso se diera desgraciada m> nte. mm m 5. i Anteayer hubo un escándalo monu mental en la plaza de abastos de Santiago, Parece que estos últimos d as, han cogido los marineros mucho pescado en la ría de Marín, al extremo que en la plaza de Vigo no pudo despacharse todo Por esta circunstancia, y en vista de que para Orense habían salido grandes partidas, y en Pontevedra el surtido era abundante, determinaron enviarlo á San tiago. En efecto, fué llevado por mar á Cesures y de allí conducido en un carro á ^antiag'o. Allí llegó, pues pescado, jureles y mugilss en su mayoría y de gran tamaño, siendo introducido en el mercado, donde se puso ála venta hasta que comenzó el público á quejarse del mal estado en que aquel se hadaba y procedió el señor veterinario municipal al consiguiente reconocimiento, del cual resultó en efecto no servir aquel para el consumo. No conformes las ttatantas con dicha inspección, comentaron % poner enjuego d i retes influencias, á fii de con ^'«j ir que el veterinario volviese sobre su acuerdo, dej mióles vender el ar ículo en un pla/o fija. Pí-acfcaron.un segundo reconocí mi -nto el director dei. laboratorio municipal y el profesor de veterinaria, dictaminando r también que el pescado entrara periodo de la descomposición ya eti Determinó la Junta da SanidaH ta de lo dicho por los peritos en % procediese inmediatamente á eni^6 ^ cho pescado, y al ser conocido el ^ise armó la gorda ac<Ífir(fc AUi de los gritos, las frases ín' las blasfemias, las maldiciones, \ as más ó menos ^ mas, ic s desmayos eos, el mesarse los cabellos, ' uís*'^^ zas, las imprecauciones, los jura en fin. ¡la mar!, pero la mar de bruM-05' des > lenguaje horrible vomitado D " cas iof irnales. I EL MIA Ayer celebró sesión supletoria Ayuntamiento baje la presidencia ¿el ^ ñor Martínez. Se' Di se cuenta de ma moción del Sr r sas proponiendo, pe r razón de higien'e ^ cierre c el callejón c ue partiendo del ca ^ po del Cuartél de San Femando, cond, ce á ¡a calle de la 1 larca. Ini er viene el Sr García Temes y p0 fin se a cuerda que la alcaidía se ponga DE VIGO IS i*©! Ayer fondeó en Vigo el trasatlántico Cheribon conduciendo 805 repatriados de Santiago de Cuba . Durante la travesía fallecieron 107 soldados. Más de 500 vienen en malísimo estaito Pasan de 100 los gravísimos. Se teme que fallezcan la mayor parte. Manda ests expedición que con verdad puede llamarse de la muerte, el teniente coronel de ;a Guardia uv'il don Juan Me lina y Pérez Trae á sus órdenes 14 jefes y oficiales- F-rraa ademas jarre del pasaje del Chenbon treinta y ocho personas de I*5 famiíias de aque llos, _ , Es esta, sm duda \k peor expedición^ cuantas hasta ahora han llegado á la ie nínsulá. e{ Cuat ro cadáveres no han podido s identificados y fa-tan tos nombres de 1 que fallecieron en aguas de Santiago Cuba, pues fueron sepultados en tierra. Al entraren el puerto fallecieron ^ más y luego cuatro y. . . . . ¡sólo ^ ' sebe ios que irán dejando de existir an de pisar tierra! \¿ Temen los médicos que otros ^ ^ fallezcan al ser desembarcados, pi165 ef-tade es sumamente desesperado de acaerdo con todos los que tienen serv^ dumbr» porel repetido callejón, y dei re" sultadc de sus gestiones dé conocimiento al Aya itamiento Dióse cuenta de una instancia presentada por el tablajero de Estríbela que su. urnistra la carne al Hospital, pidiendo que se le conceda hacer la cesión del con. trato á otro de la Maza de Abastos. Kl Sr García Tamas dice que habiéndose hecho por la A'caidía el contrato de e e suministro á espaldas de la Corpor». ción, pedía que el asunto quedase ocho días sobre la mesa oara que pudiesen enterarse los señores concejales. Manifestó además que ten a entendido que se estaba pagando la carne del Hospital á un precio mas caro que el que tiene para el público, Ocui re un vivo incidente entre los señores García y Casas en donde suenan las pa-abras falso, mentira y otras cosas por el estilo que honran mucho á los dos ediles. Por fin se aprueba el traspaso del con- Al dragar á la entrada de la d^.- vieja 1 el puerto de Santander, han^ < ni re el fango algunas on'/as de or V,!? 1 ■ • ... _ u. /=vrita11 1. ..a noticia dei iiadazgo hü eXC t;odjcia de muchos individuos q^6 f^eíj5 ven el fango ávidos de hallar otras P del precioso metal .