EL ECO DE GALICIA ¿Que tienes que mudar de casa, de ropa y de peinado? Pues cojes los trastes y te vas á otro lado. En todas partes sentirás las mordeduras del reuma, por que la tierra es húmeda por necesidad. Después de todo ¿que más dá apretarse el pantalón con una buena correa que sujetarlo con tirantes? Todo es cuestión de cuero. Cuando á raí rae arrancaban los dientes ¿sabes la reflexión que me hacía? ¿No? Pues te la diré: "Me alegro, por que no teniendo dientes no podré morderme la lengua" . Bien debes saber tú lo que duele una mordida en la lengua. Acuérdate de que casi siempre se "sacan consecuencias verdaderas de principios falsos." Y sino al caso: Tu vecino es un magnate poderoso y amigo de los jueces: manda, por tanto, sobre los alguaciles. Se le antojan las flores de tu jardín y tendrás que dárselas. Porque sinó te pone pleito y te lo gana. No faltará un Abogadillo fulastre y de manga ancha que argumente el derecho del fuerte: lo demás lo hacen los jueces y los alguaciles en, "amoroso consorcio". En principio (falso) tu no debías ser despojado de tus flores; pero la consecuencia (verdad judicial) es que te las toman. Veo que pones gesto de protesta y esto me obliga á preguntarte: ¿Sabes tú positivamente lo que es derecho, de dónde dimana y que interés lo genera? Busca las fuentes, estudia los origines y clasifícalo por países y sacarás esta consecuencia. "Conviene no preocuparse y comer ensalada de aguacate en Julio." Es purgante y diurética. Y hasta mejor ocasión que bastante te ha dicho para que recobres las carnes perdidas, tu amigo. DR. PANGLOSS. wrotucjttiffcu — "Hay naciones vivas, naciones muertas y naciones de enorme poder.'' — "La ambición de estas naciones (las de enorme poder) provocará sangrientos conflictos andando el tiempo." Esto ha dicho Lord Salisbury, Presidente del gabinete inglés, en un discurso pronunciado recientemente en Londres. El eminente estadista agregó, después de varias otras consideraciones de corte puramente británico: — "Las naciones vivas se irán apoderando de los territorios de las naciones moribundas, y este es un semillero de conflictos que no tardará en brotar." Muy bien parlado; más, seanos permitido analizar las afirmaciones del gran político. Hay naciones vivas: ciertamente, las que andan, y se mueven, y meten ruido y tienen mucha industria, mucho comercio y mucho dinero. Las hay muertas: es verdad, las que se estacionan, las que no progresan, y politiquean, y entorpecen los esfuerzos individuales y esterilizan toda útil iniciativa. Y las hay de enorme poder: las que pueden aplastar con el peso de sus hombres y de su dinero á las débiles. Y de todo esto deduce Lord Salisbury que estas últimas, que son primas hermanas de las primeras , pro-vocarán sangrientos conflictos (¡aguanta!) y se apoderarán (ahí es nada) de los territorios de las segundas. La lógica no parece aunque la busquemos con un candil; pero lo cierto es que todo esto lo ha dicho con tonos danielescos el primer Ministro de su Graciosa Majestad la Emperatriz de las Indias y que ha causado gran resonancia en el mundo desde París á Pekín. Y no poca preocupación en las naciones débiles, que, según S. E., en su mayoría son paganas (paganas son todas las de su clase) y alguna cristiana. ¿Cristiana? ¿No sería conveniente pedir los óleos y hacer acto de contncción? ¿Creerán mis lectores que contra estas conclusiones del ministro inglés se han levantado muchas protestas? Ni una para un remedio. Los Spencer. los Fouillees y los Gumplowiez se han callado como muertos; y todas sus teorías sobre derecho antiguo, medio y moderno, político y de gentes quedáronse como si fuesen especulaciones aristotélicas. La verdad parece ser la que sienta Lord Salisbury. Que las naciones vivas heredarán antes de que fallezcan á las moribundas. Sres. legisladores y sociólogos: sigan compilando ustedes disposiciones y preceptos de derecho privado para regularlas obligaciones de los hombres entre sí como elementos necesariamente sometidos al poder del Estado; organizando la familia en armonía con los progresos materiales de nuestro tiempo; limitando las audacias de; la fuerza con las verdades reconocidas de la equidad y de la justicia; sigan en esa labor titánica que ya vendrán las "naciones de enorme poder" con sus ferrocarriles, sus acorazados, sus millones de hombres, sus billones de duros y sus materias maravillosamente explosivas y asesinas á destruirla en un minuto. El mundo parecía redimido del imperio brutal de la fuerza desde que en las postrimerías del pasado siglo — más decente y levantado que el actual — Francia realizó la mayor y más trascendental revolución de la historia. A partir de aquella eferaéride sublime todo propendía á lo justo, á lo racional, á lo equitativo y á lo honrado; por que, aun tratándose de intereses universales no se estimaba lícito usar el trabuco para obtenerlos. Y tan profunda era esta verdad que Napoleón, hijo de aquel extraordinario movimiento revolucionario, al querer atropellada fracasó por completo. Waterlóo fué su tremenda y cruenta expiación. Pudieron, al amparo de estas nobles ideas, reconstituirse las nacionalidades, recobrar Italia, y Austria, y España, y Alemania sus territorios devorados por el Emperador de enorme poder y "equilibrarse" el mundo europeo. Ahora, cuando espira la centuria presente, tan alabada y tan preconizada por nosotros mismos que somos sus cómplices y paniaguados en todos los crímenes y villanías que ha cometido se afirma como postulado todo lo contrario de lo que antaño pasaba por evangelio. ¡Qué hemos de hacerle! Hay que someterse y sonreír al vé victts del triunfador. Sería conveniente, empero, que en el orden interior se despejase un poquito más la atmósfera y que nos colocásemos en armonía con las nuevas ideas y tomando los rumbos que al presente nos orientan. Verbi-gracia; sería conveniente que yo, que soy un hombre vivo — y bien vivo— de genio vivo, de estilo vivo, que vivo bastante confortablemente, que no vivo por \\v\x sino para vivir y poseo, además, fuerzas muy vivas, despojase de su huerta, que es preciosa y tiene muchos perales, emparrados y olmos y un gran estanque en el centro, á D. Simplicio Buenafé que es un señor débil de carácter, débil de lengua, débil de energías, débil de temperamento (como que está en un grado avanzadísimo de anemia) y que, de tantas debilidades adolece, que más bien que un hombre parece un espectro andando. Paréceme que lo que es lícito á los más no puede ser vitando (que diría Govin) á los menos, y que lo que pueden realizar con aplausos las naciones vivas no debe censurarse en los hombres vivos. Para esto sería preciso reformar todos los códigos y escribir á su comienzo: — Art. i? Las leyes no se dictan para los fuertes: solo obligarán á los débiles, tres días después de promulgadas. . . .para que puedan preparar sus cosas, hacer testamento instituyendo como heredero al César y.... ahorcarse." ¡Oh siglo XIX tan cantado y tan incensado, siglo de luces, de globos, de dinamita y de cordita, que exequias te preparan tus mejores hijos! Lo único que me complace es pensar que tu sucesor los tratará de brutos, de bárbaros y de judíos y que renegará de ellos. Aunque no sea sino por no estar conforme con su padre. *** Las teorías de Lord Salisbury son franca y bellamente anárquicas. Solo que, emitidas por él, no resultan penables. En este mundo todo puede decirse y hacerse; si se dice desde buen sitio y se hace con buen "golpe de fuerza." De donde resulta: que todo está en relación con la suma de vitalidad ó de anemia que poseemos. En este concepto un buen mulo raanchego, de esos que miden ocho Cuartas de alzada y arrastran una catedral, siempre será más digno de consideración que un Diputado de la mayoría que á todo dice amen y que le cuesta trabajo pedir los azucarrillos que reparte generosamente el hugier. Y la tlltima verdad que yo deduzco de todo esto es la siguiente: "Que para tal viaje no necesitábamos alforjas." Mejor hubiéramos estado siendo patrocinados de cualquier magnate ó siervos en total; que por lo menos, nos dejarían bailar en nuestros sotos y dormir con mtestras mujeres, usado en toda su extensión el agradable derecho de pernada. Hace más de dos mil años que Job gritaba desde su estercolero. — "Si el mundo es un lodazal, si solo se pisan inmundicias y tropiezan asquerosidades; si todo está impregnado de humor y el virus mortal y mefítico corre desbordado, ¡Señor! ¡Jehová! ¿por qué no suprimes el mundo?" El pobre Job se figuraba que el mundo era un baúl y que Jehová podía llevarlo á cuestas y arrojarlo al fondo de cualquier abismo. El mundo es un fandango y el que no lo baila un tonto. Y sino que se lo pregunten á Lord Salisbury. P. Layo. CUENTOS * VE ^DES — Cómo lo quieres hoy , mi dulcísima y encantadora Niñón : ¿ rojo, que trate de choques , combates , duelos , sangre y muerte ? ¿ azul , que hable de dichas inenarrables , de amores que nunca declinan , de ninfas , náyades y pescadores afortunados ? ¿ ó verde, que encienda en fuego de deseos el corazón y recuerde á las bellas generosas y complacientes