de la me — Echa ea el bocar los últimos leños y pou a1 fnegn la» últimni estañas de !a bsnastB. El inTierno ge vá. ¿No has vistn como reve.rdpcen Ir? copus d? los árbolec? ¿No has visto cómo se cabré de flores la inárgea del arroyor1 El sol refleia ya bien temprano su Jumbre en loe cristales de la lagupa, y loa días ya igua'an A estas horas con las noches. Dentro de poco volverán á habitar nuestro tejado las pardas golondrinas; volverán á granar las doradas espigas en nuestro campo, ¡Cómo pasa el tiempo! Ayer era cuando veíamos caer las hojas amarillas sobre el helado unelo, cuando eentiamos hervir los hinchados racimos en el hogar vetusto. Poco de»pues la nieve borraba el sendero qne habían abierto las hormigas desde la er* al huerto; la becada que engordó la aceituna de lo» clirares, caía bajo el plomo de la escopeta: el perro tomaba el sol de mediodía á la paerta del establo; silbaba el oier zo i través d« la campiña de esta vieja chimiuea; calentábamos el estómago con la leche de las pintadas vacas, al despertar por la madrugada, y el toque de oraciones sorprendíanos descansando en este mismo banco entre chisporroteo délos retorcidos sarmientos y la r«íeña de las'rurales esperanzas. El otoño, con sus sabrosos frutos y sus templados céfiros, duró hasta breve plazo. Y hénc de nuevo en los linderos de la alegre primavera. E! perfome de la violeta emripaa á atraer el caprichoso vuelo de la atitil mariposa; las fresas asoman, como esparcidos rubíes, entre la esmeralda qne tapiza el fresco valle; cantan los pajarillos en la enramada el himno de loe eternos amores; el pez vulle jngustón dentro de la onda cristalina; preei-ie diáfono el firmamento los brillantes desposorios de la naturaleza pródiga, y la madre tierra celebra coq sus preciadas galas ia fpcondi"lsd que siente sn su seno. Todo es vi la y movimiento otra vez en torno de nosotras. Pero tampoco será de larga duración el mniversal regocijo. Las mieses del estío sucederán i las frutas del mes de Mayo. Los trejes se llenarán en el Agosto de trigo can¿eal y de cebada amarillenta. Las lluvias de Octubre nublarán el espejo de los cielos, y vualta el frío de Enero, y vuelta á las largas veladas de invierno. Más aquellos días cortos y aquellas noches larga?; más aquellas noshes clarits y aquellos días oscuros, harán otra vez lugar í la hermosa fiesta de las anuales nupcias que á Ja sazón comtemplamos. ¡AyUcquecotornará nunca es la juventud, que perdimos, lo? sueños que ilnminarci nuestra alma; las fugitivas embriagueces que infiamaron nuestros corazones. ¿En donde kalíare! aliento perdido? ¿En donde recoger la fé de la iofancis? las canas coronan pneatra frente, los dee«ügaücs agobian nuestro peche. Da miedo mirar atrás por no tropezar coo la reliquia de persocas querida?, cuya memoria vive solamente en nuestro pensamianto.' ¡Cuántas bajas en la familia de uueatroa mejores amigos! Estames casi solos en medio del enjambre de gentes que nos rodea. La s&Hdre que nos llevó en eus entrañas, la nodriza que nos meció en sus rodillas, el maestro que nos enseñó los primeros secretos de la ciencia; el camarada qne nos prestó loa mas deeintereeados consuelos del sentimiento, el padre que nos dió el ser, el hijo que nos colmó de ventura... nada de ello ya' existe. Si siquiera quedan lágrimas para honrar tantos infortunios. Y sin e nbargo, hay qne luchar eon la existencia, y por la esistencia, que nos «anae cada dia mas en el abismo de la orfandad. Echa en el hogar los áltimoi leños y pon al fuego la3;últimas castañas de la banasta. El invierno se va. ¿Qaiin sabe si al concier- La M¡8 Alianza SANTIAGO JOSTÉ M BLANCA 33 Rúa del Villar 33. PROTEDOR DE LA REAL CASA >•«<.• lííCfi-M rc-í c- to de brisas y ram''rop, h»ri''as nin remedio. La rnocedad, 'a niiW, la edad madura se ouc"dieron ¡«y! C"n ^na cor>t'a"i'>'1ndeH vrur prnoCucacionee, á o»sar <ís mi« fin'-"» tem^rffl v de r"!" anens- iosa» z^zoliraa. Echufpe'b.itrar lor últimps lcñ"s y pon ¡il fuego las úUimss castafiafl de la banaita. ¿Ves cómo se tranefarma en 'humo 'a llama, las brasas en cenia"? ¡Ee! un trago de añejo vino mientras el oopot d? la eterna vida arrebata en sus aks nueotro, espirita á ln tierra feliz déla inextinguible primavera. PABLO XOUGES. Promete o's.;ar ■-!r;'/ ^0'-1""'" p elenticrrode? ^n^"M VaW- i ! ¿lad-i'l1'. j Ea KÜltaio siírucn les obrevea ion la SHucls». I ¡ 'Témese ecurr»» desor«Iont'S. Catüa v^xson ■nf.v tirantes las r^JacSoviCs ^atre Itusia y el ,ía- Müri! 1G Coní.ia{1.3!:j i ';.l ■'Hi! E ^pants. ni Malri-í 1' . i,» «sa i as tesa elogia las i cf-ndiciones marine ra-< y dc'gue- j rr.z de i Al • presidiente de ios; Esíad.oa 1 úincn que España adquirió en diz. Unidos se le síííuc atribayeaslo [ Chile. evo acorazado quo Ha do to- p*^. > , "^M T Madrid 16 Insistese en asc2:ar»r qne d* un diaá otro habrá cri.«i.n ministerial prodneida por la ' aHdi del ministro de ln guerra que ca> da dia está mas disgustado a: frente de su ministerio. Se habla qne ei próxim,« cor*' sejndeminsstros. Tendrá maeht Importancia. Ma-lrid 16 Ochido á los esínerzo" del señor Sagasta apeiló a! patHoíismi» de losldemás minl^lros para cor- i Jurarla crisis esto no se reaUzará. i Madrid lo. P Al íln se sabe el consejo importante de ministros se celebrará hoy. Se conocerán oficial asente l»s ! i dictámenes de iosbuzos que ex;- 5 minaron eí Maine. \ La comisión Española dii,e y t asegura que fué casual la expl«sión. Los yankee: se c ce qne op.nan de otro modo. I^a ansiedad por conocisr el n- "TV T N I T DE BARCIA ha fallecido después de liakr reciljidn iodos ios auxilios espirituales y laiendición de i S, h\ viudo .iw .Innn R. de Barcia, hijo .i*n Jnau B ircia C:ibal!ern, nietoá. hermano, hí-mana oalítiri .so'v'políticos, ¡ir:::,M, y .i^inás parit-ntes, sii¡.¡i«aii á pus ü.iaw* tf-n«-n !a caridad do oncomendar á Dios vl'ahaa .»'.."•' ur al ínu.-r,r: -¡.Uerro iju» .«>.• vcriHciirú mañana á las once de ¡a luisnia en la parroquial do San .r-.iún '' i ' 3Ianm)y !i"j.u:d.iaiC!:teacom|iaüar ci' cadáver desde ¡a casa mortuoria Puerta de la I'-iia, 12. al Cement-m " U ltti¡wa.".u: houras se alebrará 'h 8 vj A í¡ * te * Sil psf1 m «ti I /asi M í-i \ -t r> y ti .1. 8* mu & á3j:&!ÍJ ífeé m & lia 4' ^i fllllf