kao IIL Jueves n de Julio de 1S86. Núm. 5(0. PRECIOS DE SÜSCRIUUN. Lu^o, un raes. . . , fam, ira IrlmPSlre. . LUrimir Itimcílte. , I'urtuijal irimríire. . Edranjero, Irimcílrc.. .Vijmrro -leí dia-, , . Eflí pcrióJkono íc puMicaioí di as ffilivos. 1 D.-Sl'U, Mil DIARIO CATOLICO DE LA TARDE. PUNTO DE SUSCRICION. En ia Admlnialracioa de Eu Li;íIWE, Sin Pnjro, SI. 1.a (uscricion par» fuera £e U «utpilaJ !P iiagará ndrfautada. diri^itri^u fit inifiorEe «□ lelras Gire Mínuo il jeHu» ijt trinqufo. S». admiten ¡rnunci»'. en esla Adminislrsclop y «n la casa de los lenorFi j en ("rancia, fueron obra de los sectarios del renacimiento, ó para hablar mejor, de los liberales de aquella época Sin embargo, los renacientes de hoy achacan aquella horrible matanza i la Iglesia Católica de l'Yaueia, barrenando basta la historia escrita por sus amigos. Asi las cosas, llegó el siglo xvti en cuya época apareció un renaciente ó liberal, como diríamos en la actualidad, mas avanzado. Este fuéJansenio, e! cual ya sostuvo y enseño," que el hombre era libre, y'que no podía observar algunos mandamientos de Dios. Ya estaba con esta salida, bastante adelantada la obra (leí liberalismo. Esta secta llegó á abarcarlo todo; y por desgracia, ya no había en España unos reyes tan católicos como l-crnando de Aragón ó Isabel de Castilla, ni como Felipe ir, su biznieto. Ya empezó á introducirse el regalis'mo en nuestra patria; os decir, ya su estaba preparando el terreno para el triunfo liberal de las Córtes de Cádiz. Los sabios de ¡a Compañía de Jesús, y dos lumbreras de la Iglesia, Jiussuet y Pendón, enmijaten encaruizadamente las doctrinas de los jansonislas Arnand, Ni coló y Qiiesnel. Los regalistas españoles se valen de un motín que tuvo lugar en Madrid el '¿.S de Marzo de '17U(5, contra los bandos de Esquiladle; y el 2 de Abril de 17G7, son espulsados ¡os reverendos PP. Jesuítas de España, por la calumnia de los sédanos de Jansenio. Más adelante las Córtos de España, Francia, Nápoles, Parma y Portugal, sorprendiendo á un Papa moribundo, suprimieron la Compañía de Jesús, la que siempre fué la vanguardia de la Iglesia Romana, y el enemigo más formidable de la hipocresía jansenista. Una (ilosofia atea, consecuencia inmediata del jansenismo, como este error lo liabia sido del protestantismo, que á su vez io fuera del renacimiento, apareció en Francia en el siglo xvni. Esta no solo atacó directamente á la Iglesia, sino que dirigió sus dardos con igual furor, contra los poderes constituidos y contra la sociedad existente. Voltaire, Rousseau y otros filósofos impíos, extundieron por Francia los errores, que habían do dar lugar á la gran, hecatombe, que anegaría las calles de Paris y otras ciudades de sangre inocente; y que se llamó revolución francesa. He aquí la primera y más grande calamidad que regalaron á su país, los liberales de Francia, y que veremos en el artículo siguiente. M. J. CmssUn. El puerto de Rivadeo. v eos ijici oses natuíiues relativas, Lo ilicliu en el arliculo anlerinr es un bosifuejo ;'i gran il 5 i r.isyos ilel estado del pin'H'i; y l'.ua une los leisiores do f.as UUi'tntí [hiü'Iüii l'unnai' ¡tlci dai'.t ilo lai snporiurtís coniliciunes ualuniles ile éK relalivnnidnie á los mús famosos de ia c<)¿U Caiittibncii, vainas á exiraclar alconas apreciaciones del muy inieli^unle Oficial ün Marina Z, consignadas en el editurial del núineii) 234 de esta pubücacion. Dicun asi: «Verdad e*, á ¡icsar Aa lotlu lo expucslu, (¡ne niitüuii pn'aje de 61, (de esie ¡merlo] merece IoííüvU la Iriste celebridrui ni evoca los fúnebres racuenios que el lianeo de los Quubraatoj en Santander ó la punta ajo del molino (fundeadero de San Miguel) inn resisdilo hasta ahora á Hule las más fuertesvagas de mar: que oíros de considerable Unteiaje pasan uese* emerus, cargan J descargan sin que visütleinente se resientan (gracias á la cualidad del fondo) muj próximo al diü'milja rende ni de l'igueii i'ia, tan resguardados do las olas cual inidierait es- Lirlu «ni una dársena V muy juico In, un buque uviraojui'u.myo calado de 20|iié> iiiglsírs y fíiui runslnicciurl le Iticiurmi Icnier avonas si sü dirigía .:i Gijuii, para douile había sidi> (letaiin, ¡av¿6 [iccriadainunle que era este el [iueriu mas prihinio donde pudrían hallar segiii'iitoii y tutidusulicienie los de mayores dimensiones • Además, par.i poder comparar es ve puerto con los de Gíjun y Santander, cojiiareinus lo que dico el derrotero de Tofido (edición do 1841.)) respeelo de ellos: «Gijún: solo con- bu^en liempo se ¡uiedc fondear en la C'iuclia' de liraias, fundo arena; pero adviriiendo que es preciso estar siempre muy prevenidos para dar la vela sí el víenlo llega á ser recio por la tra vesin, que suele suceder aun en tiempo de verano Los huquts menores lienen algún recurso en el que ufiece el muelle de ¡¡i jún; pero para dirigirse es indiíp'msabie lomar práctico y pasar por la b.-rra, que solo tiene 50 pies de ancho, cuyo menor fondo es de !) piés en iiajamar de aguas vivas... l)iglo entero. lisli ax¡»málico; ¡uego no puede dejarde serlo lumbien qne, hechas en ¿I las «titas deque nos oruparemus en el articulo fciguienie y de muy poco coste relativa, lendremos uno de los mejores y más útiles d.e ia Península, bien stiuado y barato. Llamamiento A LAS CLISES XÍOICAS V FABttACÉflIC W. La colegiación de ambas clases tan respetadas, es hoy e¡ gran caballo de batalla defendido con sumo tntoiés por El Diario médico ¡imiincétitico de Madrid y por otras tan respetadas publicaciones proles ionMes, que en todas se nos hace ver con entera claridad la grande [ventaja que esta colegiación nos reportará. Las adhesiones que de diferentes provincias se reciben en ta administración de dicho Diario médico, como patrocinador de esta feliz idea, me hacen exponerla á la recta consideración de los señores Médicos y Farmacéuticos de tres provincias de Galicia, quedando excluida la de Orense, porque en la actualidad están ya los individuos de dichas clases, redactando su reglamento y portante están colegiados. Diferentes consideraciones me ocurren, para no fijar más que una, á tan ilustrada clase médica y es, el deber que lodos tenemos mutuamente, de auxiliarnos en las arduas y tan perseguidas empresas de la vida; y por esta causa, los qne somos hoy tan perseguidos por el intrusismo. Ta maledicencia de vendedores de llamadas drogas, el indiferentismo de los administradores do justicia y por otras mii causas que no enumero, justo es que nos unamos en masa homogénea, si así podemos llamarle, á la colegiación; pues pudiendo ser míituos defensores los unos, de los otros, defenderemos nuestros propios intereses, que son el porvenir de nuestras familias Unámonos todos sin vacilar, fijémonos en el bien que otras colegiaciones, ó clases ya unidas, reciben y miremos el más allá del porvenir que hoy se nos oculta, pues no será extraño qne el dio. menos pensado si