■no xxvii DIARIO DE SANTIAGO KUiVf. 268 ge jusci'l^e y admiten anuncios en la Papelería é Imprenta de la G- ACETA (V ..vLICIA, 7, T011AL, 7. Es condición indispensable el pago aniicipatío. p ACETA DE Ct ALICIA es el diario más antiguo de la región y el gjn.i vor circulación en Santiago. E Santiago Jueves 25 de Noviembre ele li>vl PRÉCtOS £>E SUScáÍPClÓX En Santiago: una pesóla al mes.— Fuera: ñ-imr-stre 3'50. — Ultramar y extranjero: 15 pesetas semestre. Anuncios, edictos, esquelas de >\ ¡'anción, según taníi.; reclamos y comunicaciones á precios convenció i.^s. SECCION OFICIAL GACETA DE MADRID 6251 de Noviembre Clu 1S97 |Contien6 las clisposiciones siguientes: Kleal orden disponiendo que los recor'es i cartón so adeuden por ja partida 190 §y Arancel. J Idem idem que se amplíe !a habilitafin que por las vigentes Ordenanzas de' |j| renta tiene el punto de San Pedro Alcánra para el embarque de azúcares, melazas, ¡reductos agrícolas, excepto cereales, ma^ra labrada y sin labrar, envases vacíos, Jaquinaria usada, herramientas también gadas, procedentes todas ellas de la exresada colonia, con documentación de la Iduana de Marbella, y desestimar la preJnsión de aumento de habilitación solicitaj para el desembarque, t— Idea autorizando á la Sociedad de falcantes de ferretería de Mondragún para jportar por el puorto de Bilbao los carbones minerales y cok destinados á su indas- Revista científica. tinoc«ronto.-Orsrani<'»S'S'atáa fis Htx&o animal.- ilínejta coT-axa! - ílisíoria «lo un rlaocorosilc y sas imp-'tus amorosos. Entre los mamíferos de gran tamaño se Jeucuentra el rinoceronte, que es más volu iminoso después del elefante y los grandes ¡cetáceos. i Habita principalmente en las regiones icitatoriales ó de clima abrasador, preiirien'do las islas desiertas, en donde campan in^epeudientes y libres de su único enemigo, !el ser humano. Ea Siam y Java se le ve muy freensnteinisnte. | Los naturalistas antiguos, al tratar as Sesta corpuleato animal, aseguran habersa lencontrado fósilss de rinocerontss en las Eregiones de temperatura media y aun en las Iglaciales, lo que si es cierto, huce suponer lia existencia da esos enormes y fabulosos | animales de que nos hablan las apergaunna| das cuartillas de tiempo iumemorial. Pero | si podemos asegurar, que si toda la veracif dad del testo de la misma es del tenor de las f ilustraciones ó estampas deque van acomi pa&adas, representando á veces animales [ imaginarios y casi siempre caprichosas, Uas¡ta el extremo de adornar al animal con pluf mas, cuernos multitud de ojos, etc, etc., hay [ grandes fundamentos para negar también i en texto. ¡ ¡Cuáuto ha perjudicado á la ciencia natu|ral la imaginación calenturieuta del natura¡ lista y sus descripciones fabulosas! [ ¡Qué labor tan constante y ruda la del i moderno historiador para arrancar de raíz [ tantas y tantas ideas arraigadas fáciltaen e t en la generalidad del vulgo! La constitución general del rinoceronte no es por [cierto un ejemplar de armonía; sus órganos son desproporcionados y su aspecto iosco y estúpido. Tiene en la. parte central de la cara una eminencia córnea, de donde se origina su nombre de (nariz-cuerno) y de la qu9 hace uso como terrible arma defensiva. En los circos de la antigua Eoma se celebraron grandes combates entre ¡ inoeerontes y elefantes, llevándose la victoria aquellos casi siempre aposar de los terribles colmillos de . los segundos. La cabeza es triangular, s'i cara poco expresiva y los ojos exajeradamente pequeños, y casi siempre entreabiertos, carecen del brillo particular y del reflejo mistonoso de los del elefante, que por ello consiguió ser reconocido como encarnación divina en varias regiones del Asia Oriental. El desarrollo de la circunferencia abdominal viene á ser la misma longitud que lo largo del cuerpo: desde lejos y á primera vista parece el rinoceronte una gran masa negruzca y privada de animación. Los sentidos son torpes como su aspecto: el olfato es el que únicamente parece delicado' pues el tacto radica únicameu ta ea el libio superior, carnoso y en forma de trompa, y la vista, como hemos dicho, no puede ser perfecta dada la forma de los ojos. No es sociable; vive independiente, y solo en la época del celo se reúna á su hambra, de la que no se s spara. Su alimento consiste en ramas tiernas y toscos arbusto.-; y necesita tanta cantidad de ellos para nutrirse que el primer riuccerou te couducido á Lo .dres hizo en tres meses . el con-mmo d-s ernil libras esterlinas». Lo que más lla na la atenuió.i «i este cíadtúpouo us, su piel grir-wa y durísima que no penetran ni las adiadas uü -.s d^l cigre ni las potentes garras del león: las flechas no chivan ea ella y las ba!:is da car-iiiiua ne ap asrán antas de atravesarla * ■* * El rey de Siám re¿-¿!<5 «a ewrH ocasión al de Italia un joven vinoeer-mte, al que tinia gran cariño por su docilidad, y al efecto hizo entrega di él k un umb.tjad.ir italiano que por eutoncea ultimaba ios tratadas amistosos que motivarou el reg tío. Lo embarcaron con bastantes cuidados y trabajos por la resiste:- ci i que opuso cnaudo aotó que sa lo iba ú caujuiar vis .-.jio. Pronto se acostumbró ai trato de h: u-ipulación ainstraudo tiui i.t.óu d-; ■■'■■Tu i: :;üua de fil- y dio prur-.bas da doci¡id''..d, ••uo ; reai Jueüo. ¿so : Prepararon una barcaza y ea ella lo metieron: loco de furia, luchó, se retorció con fuerza extraordinaria hasta que... consiguió hacer naufragar la barca y mor'r en la lucha. Manuel Mar a. ver lonas siguiente año á causa de la excitación que contra él había en Granada. tarle, ó mejor dicho, sobrarle el alimento, porque entonces haciendo uso de su voluminosa ^personalidad» atropollaba todo cuanto si; le ponía por delante. Sin pan, no tenían fuerza alguna para él las razones. Como era joven, no se habían conocida sus Ímpetus amorosos y «por ende» las consecuencias de estos Ímpetus: sin duda alguna la excitación del cambio de clima fué lo que originó el que notara su aislamiento y «protestara del celibato»; ¡y qué modo de protestar! Nadie podía acercarse á él sin peligro de recibir una tremenda cornada, y sus contracciones nerviosas hacían temer rompiera las ligaduras que le suge aban. Ea este estado de cosas llegó el buque á las costas de Italia y se proceiió á desembarcar al irritado animal, que sin duda no estoba para «presentaciones». Fírmase ;-s eupitiilaciún 4» Grau»rfa.— íiS de Soviejoferc de 141)3. Decididos los r»yes Católicos á conquistar el último baluarte que los moros tenían en España durante el invierno de 1401 á 1492 hicieron los preparativos necesarios para que tan gran empresa se llevara á feliz término inmediatamente, presentándose don Fernando el 26 de Abril del mencionado 1492 en las cercanías de Granada, con 40.000 infantes y 10.000 caballos.— A tra. vesaba á la sazón Granada una de las épocas más florecientes de que disputó durante la dominación árabe. Habitábanla unas 200.000 almas, y tenían para su defensa na contingente de 20.000 sollados todos valientes y curtidos por el aire de las paleas, y en su mayoría caballeros principales de la nobleza granadina. — Empresa dificilísima era su conquista por hallarse rodeado sa circuito de tres leguas por alta y gruesa muralla, fortalecida por más do mil torres; pero como j á Granada solo la podían llegar auxilios p >v ¡a parte da! mar, incomunicándola por aquel lado y amarrando las feraces vegas de sus vtcindades, los defensores no tendrían más remedio que rendirlas y asilo hizo el rey ¡ luego que estableció sus reales en f-1 sitio I conocido por «Ojos de Huesear,» á dos leI guas de la ciudad, á cuyos hechos siguieron ! largas serios de combates, debidos á las frecuentes salidas de los árabes y á las exoursíouís que los ios de Castilla v Iieóa hacían | á los terrenos que rodeaban ála morisca po- '• blación. | El gran quobrinto qne habían ya sufrido • ios'm'oriís cí!T el l*í'gí> ¡Vidqrieor&. que se iiallaóan semetidos, unido al conocimiento de cual era el propósito de los reyes Católicos, que á sus ánimos llevó la construcción á. la ciudad de Santa Fé, para albergar las tropas cristianas inclinó á Boabdil cel chico» á entablar negociaciones para la capitulación de Granada, y para que los llevaran á cabo comisionó al gobernador de la ciudad y al célebre alcalde. Aban-Comixa, que se entendieron con Gouzala de Córdoba y Fernando de Zapra, secretario del rey á quienes le fueron conferidos poderes para ello. — El 25 de Noviembre de 1492 se firmó y ratificó el i convenio, estipulándose fuera entregada la ciudad á los 60 dias da haberse terminado las negociaciones, lo qué, á pc-tición do \ Boabdil, se efectuó antes, el 2 de Enero del De nn importan' e estudio que publica el « Boletín» de la Cámara Agrícula de Tortose deduce que cada nido vale mil pesetas. Cada nido de Currucas (í'avaret), de Peti Kojo (coll roig), de Ruiseñor (rusiñol), contiene, per el genera), cinco pequeñuelos, los cuales consumen diariamente 250 orugas, ó sea 50 cada uno. Estos pequeños están en el nido sobre treinta dias, consumiendo, por lo tanto, 7.500 orugas al mes. Como cada oruga ataca por lo menos á un fruto cada día, resulta que al mes perjudican á 225.000 peras, manzanas etc. etcétera, que valen por término medio mil pesetas, ¡as cuales se saluarian con la sola existencia de un nido He ahí cómo la conservación y cuidado de los nidos son de una importancia extraordinaria para la agricultura. La junta central de fusión republicana ha acordado las siguientes candidaturas para diputados á Cortes: B. .Tose Carbajal, por Málaga: D. José Muro, por Valladolid; D.Juan Sol y Ortega, por Reus; D. J£. Péroz Costales, por la Coruña: D. Gumersindo Azcárato, por León: D. Juan Gualberto Ballestrros, por Catalayud; D. Rafael Labra por Cascropol ( Asturias) Sr. Ojeda, por Algeciras: Sr. Villalva Hervas por Gandía: Sr. Prieto y Caules por Zamora; 3r. Artcla, por Alicante, D. Emilio Junov, p'>r Mairesa: D. Miguel Itíorayta, por Barcelona: D. Nicriiás Salmerón, por Vülanaevay Gekrú: Sr. Baselga, porBadajoz; D. Basilio Lacor, por Pamplona, don iL'.rceliano Isabál, por La Almunia: don Ignacio Hidalgo Saavedra, por Ciudad Real: D. Joaquín Dualde, por Valencia: D. Melquíades Alvarez por Gijón ó por Oviedo, Sr. Rodríguez, por Avila; el marqués de Santa Marta, por Almería: D. Tiberio Avila por La Bisbal. También presentarán su candidatura en diversos distritos los Sres. Menéndez Pailarea Guaschy González Gil. Sa afirma que D. Miguel Moya presentará su candidatura en un distrito de Huesca, con carácter de republicano indepeudiente. También presentará su candidatura elexsenador D. Jos Fernando González, pero se ingnora el distrito en que ha de luchar. Los obreros del astillero de Cádiz han acordado convocar á todos los obreros de aquella ciudad para celebrar una reunión á fin de tomar un centro para que de acuerdo con los compañeros de Barcelona Placencia Asturias y otras regiones velo por las intereses de la clase trabajadora. En Barcelona se han reunido varios fabricautesy exportadores al archipiélago Filipino con el objeto de pedir que se aumenten las. salidas de vapores para Manila en el próximo año eu vista de que en mucha» expediciones no pueden embarcar toda la carga disponible, pues que esta se eleva mí-nsualmente á unas 8.500 toneladas, el número de trasatlánticos que anualmente se despachan es el dia 18, como cuando el flete solo era de 000 toneladas. «El Correo» dice que casi todos los corres ponsales de Barcelona están conformes ea calificar de fracaso la recepción hecha en aquella ciudad al genera! Weyler. Respecto á las declaraciones de éste también son contradictorias las versiones. _ Adviértese por de pronto — dice — que está despechado y trata de hacer daño lanzando especies de perturbación. Añade que el señor Puig y Saladrigas, en cuya casa se hospeda el general Weyler, «s amigo intimo del señor Navarro Reverter. Los estudiantes de Barcelona asistieron casi todos á las aulas á pesar de haberse repartido una hoja impresa excitándolos á la huelga. «El Nacioual'j publica unas declaraciones hechas por el general Weyler en la travesía de la Coruüa á Bareelona. Manifestó que desea sinceramente buena fortuna al general Blancs en Cuba, pero que creo imposible que venza la insurrección. Afirmó de una manera rotunda que España perderá la isla, dejando envueltos en brumas el honor nacional y el de nuestras armas. Cree que la muerte de Cánovas fué fruto de un complot filibustero más bien que anarquista. Añadió que aquéllos días él, estuvo expuesto á ser víctima de otro atentado, habiendo sido detenidos dos sujetos. Manifestó que él militar ante todo, no quiere posiciones ni alianzas políticas. Dijo que se aproximan momentos da pruebi. para España., y que llegados éstos no eludirá su cooperación en pró de cuanto tienda á mantener los prestigios d* la Patria. Hablando del señor Silvela dijo que no le parece conservador ni monárquico, sino un revolucionario disolvente, sin programa ni ideas. Extráñale la conducta del señor Cos Gayón, í quien creia adicto á la política que él desarrolló en Cuba. Manifestó que el qtye pretenda heredar al señor Cánovas deberá ensanchar los horizontes políticos del partido conservador. Dijo que partidario acérrimo de la guerra j)Or la guerra como es, cree que las reformas solo debieran pkute-arse cuando los, rebeldes estuviesen sojuzgados: añadió: — Yo apelo al testimonio del ejército v volantarios de Cuba para que digan s; fu guerra con mi sistema hubiese concluido en el plazo prefijado. Refiriéndose p] gensral Martínez Campo» niega que le hubiese pedido expücacionoá por la famosa comunicación publicada por íEl Nacional.» Añadió que sostiene todo cuanto en ella se decía. Manifestó que siempre estará dispuesto á la defensa de la producción nacional. El lunes al anochecer un grupo de insurrecto atacó el poblado de Santa Maris del B osario (Habana), siendo rechazado. Tuvimos un cabo herido. El general González Parrado ha salido á recorrer de nuovo la proviucia de la Habana. Se ha abierto un crédito para socorrer 4 los reconcentrados. 124 EL WHA'i-Á BIBLIOTECA T>E LA «tíAClCTA DE GALICIA» 121 bárbaro, á medir su juicio con el mío, á discutir, á poner i las mías sus razones, estando yo investido con toda la autoridad que dá el título de representante da! lord Chambelán de las islas Sshetland y de las Oreada». — A pasar de todo eso, yo me permito aconsejaros que no combatáis ni demasiado ni muy directamente sus opiniones y creencias. Dasde qu? nació hasta hoy, Magnus Troil no ha reconocido á nadie superior á él, y su caballo viejo, que no ha sentido jamás la brida, la sufra con dificultad. Además, nunca ha tenido paciencia para escuchar muchas explicaciones, y es muy posible «ue 83 incomodo y que se oponga á vuestros proyectos reíorrristag antes de que hayáis podido convencerle de su utilidad. — ¿Qué docís jóven? — sxclaraó ol intsndeate. — ¿Hay en estas isla.-i alguien que sea tan ciego que no conozca lo a rasados que están y lo mucho que falta por hacer aquí? ¿No hay hombre, que digo hombre, no hay animal que no so estremezca al ver esoquo por aquí se llama un molino y al pensar que no hay otro medio da moler el grano que ese miserable procedimiento?— preguntó el escocés cada vez con mayor entusiasmo ó indigna cj¿2i. Estos infelices no más tienen remedio quo tener por lo menos cin- cuenta'molinos en esta porroquia, y quebrantar cada cual su grano con una piedra puesta en una máquina, que parece, por 3o pequeña, una colmena, en vez de tener para todos un hermoso molino señorial, el ruido dfll cual se dejaría oir en toda la comarca y se haría la harina por celemines. Sí, sí, hermanos — dijo entonces Baby— eso es hablar, qne es lo que haces siempre. Cuánto más cara os una cosa, mejor: esa es vuestra máxima. ¿No puedes meterte en esa cabeza tan sabia la idea de que aquí cada cual muele el puñadito de trigo que necesif.i., sin cuidarse do molinos señoriales donde les costaría mucho más la molienda? ¿Cuantas veces te he oído disparatar CiU Edipo Hipper, el molinero de Giudlabrum y hasta con su criado, sobrólos derechos de dock» y do «gowpen» y que se yo cuántas más que se pagaban por la molienda? ¡Vaya un regalo que quieres hacer á estas pobres gentes quo muelen sin que les cueste un céntimo. ]s¡0 me hables de «loóle» ni d« «gowpea», — exclamó encolerizado su hermano.— Mejor sería dar al molinero la mitad do la harina y molerla otra mitad como Dios manda, cinvertir la m ilieadi en un verdadero juego de niños. Mira ese molino, Baby. Y Triptolomo dirigía la palabra á su hermana preoisamenfce cuando aquellas vastas praderas, compartiendo los pastos que estas producsn con los gansos, las cabras, los cerdos y unas vacas muy pequeñas, de una espeeie que sólo so cría en qusllas islas. Y tanto abundan á veces esas claías de animales, que la perezosa vasetación de aquellas comarcas apenas es suficiente para alimentarlas. Hay, sin embargo, derecho de propiedad individual sobretodos osos animales, cada uno de los cuales lleva la marca de aquel á quien portenpce; pero cuando alguien nócesita un caballo, no tiene esci-úpulo para montar el primoro qr,(í o jge, y cuando llega al término de su viaje, lo deja en libenad, y el animal, con uu instinto admirable, encuentra el prado ó dehesa de donde lo sacaron. Aunque este ubnso de la propiedad aj«na ora una d<» las co sas que ai mayordomo se proponí'i cortar con el ti«mpo, aprovechábase entretanto le esa costumbre, y hasta confesaba de bu-ín grado que era muy bnena para los que, como él, no tenían caballos d¿ la* cu dos pudieran servirse los demás. Mandó, pues, coger en la colina inmediata tres de aquellos animales pcqtteñejos, que mi» bien parecen osos que caballos, psro que están Ueuos ds fuerr.a y vigor y quí soportan la fatiga como los que hay on cualquier otra parte do! mundo. Los caballos fuf.-on «cja^ados enseguida:"al que debía llevar la encantadora Baby le ptisioon una silla do mujer, muy respetable por su antigüedad. Era aquella una tmorme masa á manera do almohada, llena de borra, y de la que pendía por todoj lados, á guisa de mantilla, una manta muy vieja, que habiendo servido eu su origen para un caballo de mayor íilzuda, cubría al pobre jaco, sobre ol que so hallaba extendida, desde las orejas hasta la cola de modo que no se la veía más que la cabar.a, que asomab-i. atrevidamente como si fuese la representación heráldica de un león saliendo de un zarzal. Mordaunt Mertoum dió la mano coa la maysr galantería á la hermosa Bárbara Yellovley para ayudarle á montar; pero no tuvo necesidad dn hacer grandes esfuerzos para que la amazona llegase á la cumbre d? U montura, que parecía enteramente la de una montaña. Es posible que al verse siendo objeto d-j las gilanterías da semojauta caballero, y satisfecho interiormente al verso luciendo los trapitos da cristianar, cosa que no la había sucedido hacia mucho tiempo, sa abandonara por un instante aciertas ideas perjudiciales para sus hábito'! de eoo