Aflo V NO;n. 1546 Redacción p Admliiístració!!: Pioure-o, ;s TEILÉrOENJO, 2AS Fundador: Basilio Alvarez DIARIO de: uos agrarios c5Al.i_e:gos 'J Orense, viernes U de diciembre de 1925 . ^^ ,í!iU'^Hr..P.?t_CAüDa.LO Viejo 4 Por BASILIO ALVAREZ Regresaba de Madrid cuando en el anden de la estado.; de Orense me espetaron este tiro en el pecho: iPablo Iglesias ha mue'te' Y pense que se había Ídolo m^jor del país. Para míen ^i^ps^ña, sólo hubo dos cosas. De un lado todo lo v¡sco-;o, todo lo ííexible, todo io onduíante y todo lo amorfo. Y del otro, Pablo I-iesias. -ólo Pablo Iglesias, ;a tenaz luchador que vijrorizó sus mú^Críío5 nadando í-iera- procor.£ra ca;ri-nte. Ni el mismo Pi Margad le ganó en auí^teridad, psr:i ^vEüínjü.a en temple el caudldo del proletariado. Hasta é?, hasta que los ojos azules át\ íipógrafo ferroiano, se posaron, audiices, sobre el sonibno panorama d^íl obrerismo español cada trabajador era un esclavo y ea cada hogar humilde alzábale ¡aclámente Ja tragedia. No habia pan que llevar a ¡as bocav;, mientras una burguesía insaciable reventaba de hartura, : e o t:rmpoco el ' espírLu de los menestrales recibía cirícia alguna que slgoificaie aJI- 5 menta cuúüraL La manada aguantaba í^] j lyán que nj^,ntj>:ba i^ hon- \ da, y deí vaí>to aduar sólo el lamento greguern rompía de víz en ! cuan lo e^ sUe:*olo de los trashumantes, ahogi^do prestümeníe por e¡ ] Eonvjeo de la^ esquilas. V de pronto, una voe recíü, hun?ao^, extra- ¦ oról-íarÍ:.mec-e viril: La de Pablo iglesias que íué ejemplo y o/, nú- zación, tesón indomable y honradez estuijenda. Y elocuencia, porque } la elocuencia sólo e^ emoción y sinceridad, y el vltjo agitador rué e¡ veüeríi wAi^ cautííiloso que tuvo la íribuii.1 españoiti en eyos ruenfts- teies de la oratoria decente. Habló como í?óIo pueden hab!í;r ios apóstoles y lod iluminados. Por eso cuando sus palabras broacas y áspera^i rodaron por el hemiciclo del Congreso parecía que nncs pe- druscos llenos de aií^tas afiladas por eí pueblo, traían ¡a con írí-rna- | ción entre el grito de raEflares de coucieucias. Y 4:uaí?dü su pluma, aceradamente Ümpia, buscaba la carcoma para cídvarsc . ¦: olla con la furia de uo bisturí, ia zona deab-idada al mostrar sn tono crucato» sabía poner en sus paípítacloues generosas el síntoma de su buena fe. Si a veces asomó el sectafio, más qut pot barbarie subjí^tlva, fué para dar al oleaje de; partido el flujo de su caminar trepidante. E-ío no quiere decir que a ratos no pecase, Y es justo que en esta hora de las aíahai3zas — cuando una prensa burguesamente ñoña, gimotea hlpóciiíamecte ante la tumba abierta del "abuelo"— registremos con pena su mayor equivocación: No percibió el latido dei jnuüdo. No supo ponerse en puntilias sobre los Pirineos y auscultar a Europa- No tuvo -a pitaítaiia obligada en uu conductor de masa^, yoh: e todo, si e» el credo st- bo-sa Íü economía de las franÚL'íd^. i'í..^cti tan íejos de Aíasterdam como de Moscou. Por haber nacido a la vida ú<^ la lucha, perseguido, tomona lobo, por todas ias ificlemeücias y todos los vendavales, se sedimentó en su espirifu una adustez eterna, Y íué cerril y fué lotransigeate y Fué basto. Y íe metió plomo ai paititío qus pugna por volar merced ai fuego redentor de la idea. Pero en cambio íué sanio, fué apóstol y fué máríir. ¡Qué lástima tan grande que no fuese más humanol EL BAILARÍN PRESO r'.r KIGAKIH) MARÍN NL'FSrROS ARTHn¦LISTA^ NUEVO VLME A GALICLX - jY yo que suspiraba por encontrar una buena pareja! ; PARA LOS GOBERNADORES 2 Un telegrama de Anido A raiz de constUaírse el nuevo Go bierno pusieron a ¡^a disposición ios gobernadores el cargo que desempo- ñan, y el ministro d^ Li Gaberi3acÍL'íi contestó d lodos ellos con un telegri- i m^ ci'Cclar que dice a:^í: - aAgiadiz-^o a V. S. sus [!i.í;i¡f< sta- * cionc,^ de acbe^iúii y ¿n enhorabue* na y üprteiaiido la delicadeza en que se inspira al poner su cargo a dispo* ' sicióji del Gül^iviní.', lo reiter:^ la con- i fianza que a éste merece, por sus .ai- i teriore^ L^ervicios, q^e espera ^iga ¦ pre?ty:;do coa if^uales celo ylüaltr:d. i Le í^uiudo». UN LiANQUETlí EN LA CORTE íLos de la U. R a Madrid ¿ Ayer en el í xpreso oíaicliaron a la í Corte con objí^to de asistir al acto organizado psra hoy ;, or 1^ VAon Patrióticii de Madrid, ei gnbünador civil de Vj- prüvincia, el abogado don Alfonso &rbL^dío. ios dipuíJ^o^ pro- FñncialesD. Olegario M;ñiz, D. Mu^ fdesto Ferndüdez Román. O- Julio (Rodríguez S<.to y D. Con. íantiuo Irrigas; el primer teniente de alcalde jdonCoiistiintino Añel, el secretario I del Ayuntami^^nto D. Luis Pérez 'Colenién, ^1 priMd^r.re i.U.- la Dipu- i tacíÓD, D. AU j.-Ddro S. Bi^ jnpic^, d.-n ¦Antonio D.é^ucz ^^.voL^ D. Manuel Caram¿s, A cura párroco de Pungín D. Leoi;aido Cundt^ el secretario del Obispado Sr. But^ailo Pita, D. Jo^é de las Cueva?. D. J-vier Prado, D. Sa- imaelMovillü, D. Manuel Malingre, el alcalde de Ailariz y 'tros- Como ?e sab^-, íJicbo acto so celebra en honor de lo. ex vocales del Directorio y de ios nuevos ministro?, y |.oc>nsi^ti^áennn banqueteen ei - ¡i.,t ia aules ua .•¦¦¡'r cen.^i^radOx F'?ro aun Clin el bocoy, qtíc O'H.irrñ i:i -¡ítnte mía, tm elocuente rebeldía dirá siciiípre qufif ¡jo ^oi¡. 1 iiip. tíij>>: L:' p'.ii>sado uiñ dístrojíin. ¡Vício feo! A/u,s d^-spí¡r.i del balanceo... que O't q'iilen ¿o bailado. Sean bueno.'; -sean malos los que mueven ¡a gran caja al tallar de ¦•íU baraja nos dan siempre .. ¡cuatro palos] Mas las cosas bien pensadas en los ¿ienqr'.^ que corremos na j'igoeitios o mirciiioit s:jit ¿»^ triunfos... las e-ipada^^ y si suenan lúa clanneis de la 'juerga^ o de la *grescu> s^ cu la liíAdt algo se pesca couicreitw6 a^padines* Y eu lanío I", calma chicha parece preside ot lodo dejcnif'.^ que, aquí, en. el lodo c'' ':<'tbadurnc nue.-^h-a dicha qnt --^tel pin¡naje de ganaos nos cubre i/ abriga el alma recibí remos la paídíst9 Carlos Esplá balido í^ííndenado t>or ios tribunales ' siado temprano. Las -tardes gallegas- En estos arardec -rr^s rubios de Castilla, crepúsculos de cielo blando que se pincha en los chopos y vierte una sangre espesa -como Í\ dolos crímenes sobre loí último? oteros, liay tardes tan [ii>ia5 y amable.-; que nos traen la Tfo^t^dgia de (Jalicia, pero con ij:i¿! :iu;LVÍdad y ujia ternura que a veces llegamos a creernos en medio de sus campos rociados \ ju^rosos. Estas son Ip3 tarde?» que apnató va, llamándolas * tardes gallegas >. En ellas parece como si íu vientecillo Z'imb^Sn y aventurero viniera a Castilla a ^ ?zirse eu recordarnos toda la gr;Kia j^.jgana del l-^jano paisjije. L i;a d(. estab tarde:^, do evocación, lie emprendido mi nuevo vijj.^ oq espera de alegres sorpresas y de nuevos p.iriorama=. Quizá hapta pasado cierto fir-mpo — dos nfíos corrieron desde mi estancia en Galicia— no debíamos bt^blar de nuestros viajes. La emoción no se purifica mientras no pa^a el tiempo. Esa sensación— contenta o triste - que nos llega mientras goz^oios de una cosa, es profundamente engañosa. A veces nos ba hecho ver bellezas donde uo existía más que vulgaridad, y al contrario. No querría con esto afirmar qae sólo la maduro/, es perfecta. No. El ácido gracioso del fruto casi verd»^, tiene un sabor doblinnente fuerte y agradable al de la fruta en sazóu, P'^ro tambiéu supLTÍor al de la dcm*- francorcs cou motivo <^]e l;\3 bofetadas que J'^ íMó C]! <]í-ieiuhT-o de 1924 al noveli-P- apod .do Et Caballero Audaz. La seiit^mcia 'íoudeíró at secretario del Sr. Blaic(> Ibáilt^z :*. lií francos de multa por .-¦^^Gáüdd'"^ y a nuo de in- demnjzaci'Ui a Carretero y Novillo por ios düfiof: ri-cibidos con las tortas, E^tas, con arreglo a la actual cotización del franco, salen una cou otra a 13 céntimos. ,,,Lj^ viajes con su alegre dinamis- mOj nod suelen llenar de etnociusies distintas y d¡sp¿iratad^is. Voz la ventanilla del coche pasati las co as con rapidez de cinta oinomatograílcí, sin dejarnos un momento para paladearlas conaTguna frugalidad. Ea después, pasado el tiempo, cuando de los entresijos de nuestro recuerdo, vanaos sacando las vistas, los aspectos, los momentos del camino que con mayor EL FALLECIMIENTO DE PABLO IGLESIAS VIDA Con obj to de pa^ar 1:;^ pr'^xima? ; NavLd.id ü cojiíus tt:is,ba II ¦'j:\d-j pro- xiíii .-¦ X->^"i \-^d^.--. ' or. ^'1-6 ría-, ha llegad" i.j:-0Cí:dcnte del N >''te Ja son.irita de Arcal ii/rmauadel rcput i.lo odontólogo iJ . Areal, dr ."iladrid. ^p-ocodc \t^ d'^ Vallado id li-t regresado a - cL.L cipkU ^d K.^yi ..L.-.d.ie d^' Orej e, parcijalar am¡_co -A'd-m'o Ion Ramó:i Várela Feriiáüd'^7, a'^onipa'u- do de su bella esposa» ^R>gre¿ó de sus posesiones d: Lí bera, nuestro coaipafK'iro el cljIío abogado D. E'lmundo Es'evez. ^Ha niarchdd^ a ¡lirceiona, '¦ v.\ objeto de pasir ia- l-:.'flu- d'' N ivi i . t ai l^íJo d'"' sií fjij^iliJ, iJU-s[ru aiiií^o D. Nicanor Santolaüa, -Procedente de Madrid ha I e::ado a esta ciudíid la seúoiita Pura N. va?, después de realizar brillantes oposiciones en el Magisterio. Los que se casan En U iglesia de Santo Domingo ban contraído m^iírimoído ia bella señorita Celeste Vega Novoa, hija del perito agr-ónomo D. Jo.-e V^g\v Vegas y el maestro oacloi-al D, Antonio Pérez Alvartz. Apadrinaron a los contrayentes D, A^t'üio Pérez, tío dei novio y secretario del Ayuntamiento de Car- E SOCIEDAD Los que viajan I telle, y la mí».dre de la dosposrda ! D,^ Elena Novoa. Los i[ivi:ados han sido obsequiados con un espléndido 'lunch» eu el a meditado restorant de la estación del ferrocarril. Ei nuevo matrimonio ?alió a vi>ir;tr vario:* poblaciones españolan. Deseamos que la luna de miel sea eterna- Petición de mano Por el acreditado comerciante de esta plazi, nuestro particular amigo D, Avelino Blanco, y para su sobrino el joven D. Xi. anor Blanco, ha sido pedida en Fene-Perlío (Ferroi) la mono de la encantadora y gentil 5':ñ:ri:a Genola Gómez, hijadel conocido industrial de aquella villa, D Gerardo Gumtz, La boda se celebrará en fecha próxima. Por anticipado enviamos ncestra entusiasta enhorabuena a ios futoros cónvDges. Un retraso, debido a causas agenas a nuestra voluntad, nos ha obligado a diferir hasta hoy, parte de la extensa información que pubÜcamos relativa ai fallecimiento del leader del socialismo ,-sp;^itr)K Pablo l-^lesias. La impresión que cíjusó en toda España la muerte de Ei abuelo fué enorme. Nunca ha vibrado de emoción id pueb?o español con tanta intensidad como en e^la doloroaa ocasión. • « No se devuehen los originales nt «0 níantiene corT69ponde?tHa sobr^ í>ff mismos, publiqu^n*^ o •M. No in*ertamos más trabajo* que ¿Qi previarjienh *oUo^íaécn. N.ÍCÍÓ en el Ferrol, el 18 de octubre de 1850. Üijo de una líioii'^sta familia obrera y huérfano de padre eu su In- f-íncíai dedicóse at trabajo para avu- dar a su madre a ganar el pan cotidiano, entrando, il efecto, en una imprenta de Madrid, a donde se había trasladado siendo niño. No había cumplido aún 20 años cuando -^0 alistó eu ía scccíón de tipógrafos de ia Federación üadriieña de la Asociación Internacional de los Trabajadores. Dc^de entonce?, P^blo Iglesias no se ha separado jjmás del movimiento obrero, cnai^^ui^ra que haya sido la forma adopt ida por é=ie en sns sucesivas cvo!uí:iiLnCr^, Eu las discu^L^.ues que tomó parte, en el ConL^r-.-jo obrero de Barcelona, demostré el gran espíritu observador que poseía. Pur su:^ conocimientos sociales fué elegido s-.-cretrrio corresponsal de ia comarca del Norte en septiembre de líjTL Al propio tieuip.) formó parte del Concejo de Redacción del semanario socialista ; Bebei y Liebknecht, alemanes y otros. El 12 de Marzo de 188'>, apareció el primer udmero de 'El SocíaH9ta>, Nombrado Iglesias director, no solo lo redactaba sino que la parte principal de su confección tipográfica corría a su cargo" En laa elecciones municipales celebradas en Madrid, en diciembre de 1909, fué elegnio conc^-jal do aquel Ayuntamiento, y en las generak^s el 8 de Mayo de 1910 diputado a Cortea representando a Madrid, De su 'debut» como orador parhi- mentario, los periódicos madriUúos de distintas tendencias políticas, le prodigaron sendas frases laudatoria?. Dc^sdi^ aqueila fecha siguió continuamente ostentando la investidara parlamentaria. Pablo Iglesias sufrió persecución '7 por sus ideas y conoció ia negruí ^ de las celdas muchu¿ v..nes. k ¦< ki Para qne lo sepas ñ De un anuncio de •! n tu mi ni' -•:¦'• Vv\ medio de tran^pjrít' adecuado a la ép C.3, ¿ J i i. f^poc^i ? I (os demás p?rÍódtco^. no? V r i De h-^rio.i p^riodic',.^: La temporada del Real, Mtii/ barata Eapero'íi'j- ¿atemporada de la pe seta. De un diario Viruela en Jerez Comprendido: compota de viruel'i De La Región; La locura de la Cruz. ¡Til si que esiá^ chalao, rala de sacristía! Dé un diario locaí: c... Contestó el Sr. Anido, con este telegrama, que el gobernador uo d»-* tinaba a la publicidad, pero quer-i- teradamente le h-mjs pedí lo». ¿5o/':? Iñ han pedido eso? Xos extraña, estando en la época de ios agui- f^al4o9. Por FlIUAÍU'O l'V UNTAÑífS inte.isidad Ui^is cmp^Lparun de >u fuei - za emotivj. Ll';:am>s a-í a recordar ha?ta la-í cosas que outrovintn^ o que ni vhnos .'¡ es^'ad > y ^raml.^s salones qje Tjo pviemos a-egui-ar -i bemns visto jamá^. •..Ks, pu-'s, el ni JUicMito prcci'io de hacer mi nuovo viaje a Galiidi. Lo: tejados Lo primero que encuentro, aiiran- do hacia ese atr/n emotivo, ^ou unos risueños tejados dclajirimer aldea de (í.ilicia. Ha la olla he lOs '.-i > vi^-n- do los t.'jrtdoa soniviüidL .. dn \.¿ pue- blecitos castellanos, con su^ u Ja^ curvas en alím'ición infoitil. T, ro he aquí qih' el límite de O dici 1 quo no le hallamos en oi pais^iji», r,i r^isí ca loa hombres, io euconrr.nn.s (m jis teja loí-, tajados grises, de piz.ii ,\; que segura rúenlo p.^r la n.Hcda<Í, nos adelantan un pLJco ladnt^uii dolos cimpos que íbamos e^p(.r .ndo,.. lijados clarus, con risa d-. id.ius, con ingenuo alborozo do t ¦jhí.Ih-^ d ^ Nacimiento infjntii.,. Y cnc'o .'.lO ;, la torre niorenu da una i,¿LCsU'a qner leudo clavarse en el aeerh.o d. t • ielo^ Los pinos Pero, ¿y los pino,s? ¿Dónde e.'-tan los pinos que vn.ijufi^ ^>n nur^iros pai.-i;ijcs iraa^inario^'í Pn:,^;^.. en Cua- tilla be cvoíd -A pino '¦^nio.j ,-nnbülo de Cíílicia, y io^ vi:iji.'rns qise vernos hacia la Uerrifia» U s bu-camos con ob-^íJiJdL'ion de EiíriiLi. A ]joco aparecen. Viehv a en mana- d..^, CLurio reb:o"irj^ .^nc r MÍn;:o.^n ha- ci.^ Ua^tillj. Paroiaj qui' n.arLhan uui (¦ntu;iasmo do -giube-lrutlr-r.-íí, corno Cíios postei de la luz ch'ífdi 1.^ que van a través de loa Ciimpn.-, nioofü arriba, monte ¿ibijo. Tienen los pinos un ¦ aV^rfü lucr- te, un ontnsiüómo casi bélico, que nos trasmiten, llabria que invocarles con fuerza— como Rubén a los cóndores, ;Los pinos, los pinoíil... V ^-n nuestro interior, con un extraño cavilar de turista, pensamos: - l^os pinos Galicia-, El Sil Njda tan haJi'gador para cl \ lajero que llega rn ía sucia alborada del tren, como el agua iijan>a y airibula- da--agua gallega- del .Sil, ^ne parece recibirle amablemo.íte, dáudol-i una bienvenida llena de gracia y Irescur, Algunas gaviotas quij vu^'!an ¿'Áth éj, huyendo de la ma:'{'j;idL!, parecen también egilar sus ahis coa afectuosa alegría de saludo. Todot^^tolü rc:u: Ja.á sí.i'mpro el viajero, y cuando en su lejano hogar, en e^aa lardes cargadas de no^talgia> comience a hojear sus emocLonea del camino, las alas blancas d. las ga\ iotas y las aguas seucilias y ulóori./i- das de: ^\\, con su ientilui campesina pasaráu por su recuerdo conjo una mano acariciadora y g. nti!. o^ j.ií dü!e una grata sensación de lejaui 1. Aquel prado También ^de aquel pr^l'j no sé llaniirl.' de Otra fonna q .^ 'j'^uel prado»— me ha ineoaj.j unj iunnau- sa em .ci'jn. Era un prado IngüuLJO, tiorn j de vlTlÍ-, pequ-.ñito. Ei éx uuos niños jugaban con a-.n L'-aa r^^ U di. Utón, Con un viejo sol o -prunoj Im, mirn- era? p ir .a^ v _- iLamil.í^ d .. ou ., Jado d.:d cojIi , ../ v^Li U pe^iu-na e. tación en qjo h^bM:;i i:^ para vj y en U que co^neDiaba e-e monimi-nto de emplea :.= que:e inicia en c Junto llega el tren a uaa estación ca;n,>o,i:.a, ^o- mo para que ios viitjf-.-o-^ v. ^¡¡ qr:e se trabaja, aan'^iue de>paés dr- m^rcLdr ¦ .te.q:eda todo ta:i p-tci:i .0, c jn esa quiet'jd formilabinj soJü inierrampi- ¦i^ pur ej kir:,ri'j n ¦:-.¦ j ^-rj ^^a];,_,^ Ka este prad'j q.e z*- veía las ven- tan^^ del otro lado, unas v^caí esparcían toda su trdnquíjid^id. Yid^ allá cabecead ju unos pinos :odivii medio dormidos. Junto a la vaca estaba sentada una campesina con un ni;io en brazos. E.re grup-j me rcí-.rdó entonces \-i d- A_-.jre-,\ Ahora, entre las sombras dei recuerdo, me parece una n^'ura de nacimient'. Viendo este prai .. persé. como uno de esos juL^fTosdela imatioación: