JUVENTUD !?¦ sobre la corte/a viel mundo, bailaba en r] océano sus bellos ral" líos trenzados de al^^as. Blancas e-pti- mas rodeaban su i niTpii, atra-air- tando en las gargantas fie la^ fini riiias cuevas l^s sunoros ni ¡^ terina, I^ara en eonsiaiib' re-airi;¡lar su mirlos en la arena de ani]í1isiiMa falce de la ]da\.a imi riiniii'o susurro. ^I^is adelante, otra épioa fr""- seti''< sabnodiaitu en ciemos bra midos id ¦Deus fraii esque- en loan- za del cuasi leu'OMbario Mari-^iMl f/l bcf/rldirn ei|})írrfa drl libio d^- N'aUe ln(d:iii desransaba ^obrr Ja midlida a fnuu'sri ' jil nnoi ^ de los jiinos que di- tapiz uie '-i'¡'\ ía; altar adecuado pju'a el di\ ino uiien» de la mísiiea prosa del vate. A mí lado, mi Ineu amada esin- chíiba mi voz que b la. enmo su^ antepasadas eoronada^ d'- muif dnji^o, cscueíiaban la ilel diiinla. Nun(M niás hciini'so ^ If.ymorM - tuvo mejor fondn de armónieas di- soiíaiieias en la tierra, efi el aii\', en el o< oano. Y' vivos pasariit por nuo^ini*'^ píritu, dcs|íerlaudo rcmenibraMzas ancestrales en simbólica looria, las IJersonas, los paisajes \ la-; abn.M. La aoche, desí^udiciido lonia de las redondas cimas, empujónos mansamente por los misferitk'^or; senderos chispeados tic lueiéiiia- gas, lleno el oído de la melódica prosa del baido, llena el abiia de tristes añoianznjs \ profétieas visiones. El caballero no ba muerto, no. Pasea sus tristezas por corlesanos Balones o provincianos casinos, a donde trasladó sus amorosas hazañas eon su mermado peculio. Alh -!¦ \a -^erandif su rieo jugo de Jiísiof ¡oo ri líili' sa;^radus ultimas lai^aima^: en nii'- inaiiiis ib'j^'i Irnforis aleurni.dfi\_ ji.i- d'j.n- y -n'n