O Sacro Imperio Romano Xermánico ou sinxelante Sacro Imperio (en alemán: Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation «Sacro Imperio Romano de Nación Alemá»; ou Sacrum Romanum Imperium Nationis Germaniae en latín) foi a unión política dun conglomerado de estados de Europa central, que se mantivo dende a Idade Media até inicios da Idade Contemporánea. Formado en 962 da parte oriental das tres en que se repartiu o reino franco de Carlomagno en 843 mediante o Tratado de Verdún, o Sacro Imperio foi a entidade predominante de Europa central durante case un milenio, até a súa disolución en 1806 por Napoleón I. á elección como emperador de Carlos V (28 de xuño de 1519) ademais dos territorios alemáns e de Holstein e Prusia, que con Riga chegaba até o golfo de Finlandia, o Sacro Imperio comprendía Bohemia, Moravia e Silesia, alcanzando con Krajina as costas do Adriático; polo oeste, pertencían a el, o condado libre de Borgoña (Franco Condado) e Savoia, aos que se sumaban Xénova, Lombardía e Toscana en terras italianas. Tamén estaban integrados no Imperio a maior parte dos Países Baixos, coa excepción do Artois e Flandres, ao oeste do río Escalda. Partindo do norte dos Alpes, levaba todo un mes atravesar o territorio imperial en sentido norte-sur ou leste-oeste.A denominación do Sacro Imperio variou enormemente ao longo dos séculos. En 1034 utilizábase a fórmula Imperio Romano para referirse ás terras baixo dominio de Conrado II e non foi até 1157, durante o reinado de Federico I Barbarroxa, que se empezou a usar o termo Sacro Imperio. Doutra banda, o uso do termo Emperador Romano facía referencia aos gobernadores das terras europeas do norte e comezou a usarse con Odón II o Sanguinario (emperador entre 973 e 983). Os emperadores anteriores, dende Carlomagno (morto en 814) até Odón I o Grande (emperador entre 962 e 973), utilizaran simplemente o título de Imperator Augustus (Emperador Augusto). O termo Sacro Imperio Romano comeza a ser utilizado a partir de 1254; e o termo Sacro Imperio Romano Xermánico data do 1512, logo de moitas variacións nos últimos anos do século XV. Holy Roman Empire, Encyclopædia Britannica Online. Consultado o 12 de xullo de 2012. Joachim Ehlers: Natio 1.5 Deutschland und Frankreich, in: Lexikon des Mittelalters, Bd. 6, Sp. 1037 f. Joachim Whaley, ed. (2011). Germany and the Holy Roman Empire: Volume I: Maximilian I to the Peace of Westphalia, 1493-1648. Oxford University Press. p. 17-20. 4,0 4,1 Gascoigne, Bamber. History of the Holy Roman Empire, HistoryWorld. Martin Arbage, "Otto I", in Medieval Italy: An Encyclopedia (Routledge, 2004), p. 810 online: "Otto can be considered the first ruler of the Holy Roman empire, though that term was not used until the twelfth century." Rein Taagepera (September 1997). «Expansion and Contraction Patterns of Large Polities: Context for Russia». International Studies Quarterly 41 (3): 475504. doi:10.1111/0020-8833.00053. Medieval Civilization: Lecture Notes
El Sacro Imperio Romano Germánico (en alemán: Heiliges Römisches Reich; en latín: Sacrum Romanum Imperium o Sacrum Imperium Romanumpara distinguirlo del Reich alemán de 1871, y también conocido como el Primer Reich o Imperio antiguo) fue una agrupación política ubicada en la Europa occidental y central, cuyo ámbito de poder recayó en el emperador romano germánico desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea. Su nombre deriva de la pretensión de los gobernantes medievales de continuar la tradición del Imperio carolingio (desaparecido en el siglo X), el cual había revivido el título de Emperador romano en Occidente, como una forma de conservar el prestigio del antiguo Imperio romano. El adjetivo «sacro» no fue empleado sino hasta el reinado de Federico Barbarroja (sancionado en 1157) para legitimar su existencia como la santa voluntad divina en el sentido cristiano. Así, la designación Sacrum Imperium fue documentada por primera vez en 1157, mientras que el título Sacrum Romanum Imperium apareció hacia 1184 y fue usado de manera definitiva desde 1254. El complemento Deutscher Nation (en latín: Nationis Germanicæ) fue añadido en el siglo XV. El Imperio se formó en 962 bajo la dinastía sajona a partir de la antigua Francia Oriental (una de las tres partes en que se dividió el Imperio carolingio). Desde su creación, el Sacro Imperio se convirtió en la entidad predominante en la Europa central durante casi un milenio hasta su disolución en 1806. En el curso de los siglos, sus fronteras fueron considerablemente modificadas. En el momento de su mayor expansión, el Imperio comprendía casi todo el territorio de la actual Europa central, así como partes de Europa del sur. Así, a inicios del siglo XVI, en tiempos del emperador Carlos V, además del territorio de Holstein, el Sacro Imperio comprendía Bohemia, Moravia y Silesia. Por el sur se extendía hasta Carniola en las costas del Adriático; por el oeste, abarcaba el condado libre de Borgoña (Franco-Condado) y Saboya, fuera de Génova, Lombardía y Toscana en tierras italianas. También estaba integrada en el Imperio la mayor parte de los Países Bajos, con la excepción del Artois y Flandes, al oeste del Escalda. Debido a su carácter supranacional, el Sacro Imperio nunca se convirtió en un Estado nación o en un Estado moderno; más bien, mantuvo un gobierno monárquico y una tradición imperial estamental. En 1648, los Estados vecinos fueron constitucionalmente integrados como Estados imperiales. El Imperio debía asegurar la estabilidad política y la resolución pacífica de los conflictos mediante la restricción de la dinámica del poder: ofrecía protección a los súbditos contra la arbitrariedad de los señores, así como a los estamentos más bajos contra toda infracción a los derechos cometida por los estamentos más altos o por el propio Imperio. Entonces, el Imperio cumplió igualmente una función pacificadora en el sistema de potencias europeas; sin embargo, desde la Edad Moderna, fue estructuralmente incapaz de emprender guerras ofensivas, extender su poder o su territorio. Así, a partir de mediados del siglo XVIII, el Imperio ya no fue capaz de seguir protegiendo a sus miembros de las políticas expansionistas de las potencias internas y externas. Esta fue su mayor carencia y una de las causas de su declive. La defensa del derecho y la conservación de la paz se convirtieron en sus objetivos fundamentales. Las guerras napoleónicas y el consiguiente establecimiento de la Confederación del Rin demostraron la debilidad del Sacro Imperio, el cual se convirtió en un conjunto incapaz de actuar. El Sacro Imperio Romano Germánico desapareció el 6 de agosto de 1806 cuando Francisco II renunció a la corona imperial para mantenerse únicamente como emperador austríaco, debido a las derrotas sufridas a manos de Napoleón I
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